Se cumplen nueve días de huelga general indefinida en Costa Rica y continúan las movilizaciones en gran parte de país con la participación de diferentes sindicatos, entre los que destacan trabajadores docentes, del transporte, servicios, etcétera.
Los trabajadores en Costa Rica entran en la segunda semana de huelga general, donde en días recientes intervino la policía –bajo las órdenes del gobierno de Carlos Alvarado– con gases lacrimógenos para despejar los bloqueos que se mantenían en carreteras e instituciones públicas. La escasez de combustible en diversas zonas del país también ha marcado los últimos días de la huelga, donde el rechazo al proyecto de reforma tributaria se expresa masivamente en las calles, a la espera de la votación para aprobarse en la Asamblea Legislativa desde este martes.
Trabajadora docente: Hay mucho abuso por parte del gobierno hacia la clase trabajadora; nosotros somos quienes ganamos menos y pagamos más. Pero está vez el pueblo está luchando.
El ministro de Seguridad, Michael Soto, anunció a primera hora del día que en el inicio de la segunda semana de huelga “las autoridades no tolerarán más afectaciones al libre tránsito de los ciudadanos y mercancías en el país”. La declaración es tan solo una muestra de la apuesta que hace el gobierno frente a la medida antipopular que tiene como objetivo encarecer la canasta básica, subir el impuesto al valor agregado a un 13% y afectar la calidad de vida de millones de familias de trabajadores.
La posición del gobierno de Alvarado ha sido, primero, la de sostener la ilegalidad de la huelga cuando cientos de miles de trabajadores, clases populares, estudiantes y la juventud costarricense se apostó a la movilización desde el inicio del proceso huelguístico, un derecho legítimo y método histórico de la clase trabajadora. Ahora intenta amenazar con mayor represión y confrontación social, sin embargo, los trabajadores tienen la última palabra: la huelga se sostiene con movilización.
Jimena. Estudiante de la UCR. Los sindicatos tienen su posición frente a la reforma fiscal, y los estudiantes debeos respaldarlos. Por la represión anunciada por el gobierno, creo que tenemos que ir más allá de solo marchar, tenemos que tomar acciones frente a la represión y seguir luchando para evitar que voten ese plan.
A la espera de la votación para que se apruebe la reforma fiscal en la Asamblea Legislativa es necesario alertar sobre cualquier negociación a espaladas de la clase trabajadora y los sectores que hoy se encuentran en lucha. Fortalecer la huelga general con la movilización independiente, confiando en nuestras propias fuerzas y anteponiendo ésta a la de cualquier iniciativa de desvío institucional por parte de la Iglesia católica y las direcciones sindicales afines a los intereses del gobierno, será el verdadero camino para frenar los planes del régimen costarricense.
Por ello, es fundamental impulsar un plan de lucha unitario que aglutine al conjunto de los sindicatos y trabajadores de todos los sectores estratégicos de la economía en Costa Rica para frenar el ajuste y echar abajo la reforma fiscal del FMI. Esto debe de ir de la mano de extender la más amplia solidaridad y ganar a otros sectores de la sociedad, como es el caso de los estudiantes y la juventud costarricense, que enfrenta la represión y puede convertirse en el gran aliado para que esta lucha triunfe.
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