Se propusieron dos posibilidades de lista. Las agrupaciones Fucsia-púrpura, PO, MST y PSTU hicieron una propuesta en la que las agrupaciones Fucsia-púrpura (Angélica Lagunas – IS) y el PO concentrarían el 70% de los cargos y tendrían mayoría automática para votar lo que quieran desconociendo las restantes posiciones en una futura directiva. Esta propuesta solo puede hacerse efectiva sacando lugares a otras organizaciones, por ejemplo, dejando afuera a la ámbar, agrupación de la compañera Liliana Obregón, referente del sector de las jubiladas y los jubilados.
Además de esta distribución arbitraria de lugares, la propuesta es esencialmente para la seccional capital, abandonando toda pelea seria por disputar la conducción provincial. Esto se explica en parte por el casi nulo desarrollo provincial de la mayoría de agrupaciones que pretenden imponer esa lista, pero también por falta de una posición de lucha consecuente contra la burocracia, como se vio a la Fucsia-Púrpura desertando de dar la pelea en la Asamblea de Memoria y Balance.
La segunda propuesta sostenida por las agrupaciones Naranja, ámbar, Rosa y la Negra (PTS + independientes) plantea que es necesario pelear seriamente por recuperar la conducción provincial. Necesitamos frenar la reforma del MPN y el TEP en media, dar una pelea fuerte por el presupuesto para garantizar el transporte y el refrigerio y las condiciones edilicias, cambiar de raíz el método de conciliación permanente que sostiene el TEP con el MPN dentro y fuera del CPE, con cientos de rentados que responden a sus intereses y no a las bases en las escuelas. Una lista con estos objetivos debería también luchar por sostener todas las seccionales opositoras y conquistar nuevas. Pero es necesario dejar las pretensiones sectarias e individualistas para incorporar a todas las tendencias de la oposición. En función de este criterio sostenemos que no puede haber ninguna mayoría automática como la que pretenden la Fucsia-púrpura y el PO y que la conformación de la lista debería realizarse en base al desarrollo de cada agrupación, lo que puede aportar para conformar una lista provincial, la militancia cotidiana en las bases. Pero incluso para garantizar la mayor amplitud, desde la Negra propusimos que la Fucsia-Púrpura tenga la secretaría general y la de finanzas y todas las demás agrupaciones ocupemos un cargo.
Tras largas horas de debate la Fucsia-púrpura, PO, MST y Frente Índigo se levantaron de la reunión planteando que esa era la propuesta y quienes estuvieran interesados en conformar la lista los llamen por teléfono (sic). Una nueva confirmación de los métodos ultimatistas y autoproclamatorios de grupos (en algunos casos individuos que tienen nombre de agrupación pero no tienen militantes) que están más preocupados en imponer condiciones a sus pares que en realizar una pelea seria y efectiva contra la burocracia y el gobierno.
Desde la agrupación Negra sostenemos que es un grave error no hacer los máximos esfuerzos para la conformación de una lista que contenga toda la oposición a nivel provincial, en capital y demás seccionales con la cual se plantee seriamente la recuperación de la conducción provincial.
Con el contexto nacional de ataque al pueblo trabajador y las centrales peronistas que llaman a esperar el 2019, sostenemos que es imperioso conformar un frente con los mejores candidatos de cara a la base de nuestro sindicato, pero es incorrecto pretender un frente de dos agrupaciones desconociendo al resto de las agrupaciones que tienen tradición, figuras con reconocimiento en la base y extensión territorial en la provincia que aporta militancia.
Llamamos la Fucsia-púrpura y al PO a abandonar su postura ultimatista porque la realidad nos exige estar a la altura de dar respuesta a la necesidad de los compañeros que ven en la conducción de Guagliardo y su agrupación la transformación de ATEN en un sindicato de gestión burocrática subordinada al MPN. | 
