Para la dirección de CTERA el desfinanciamiento de la Universidad, la explosión de una escuela de Moreno, la persecución fascista a sus docentes, la implementación de la UNICABA y la reducción del presupuesto son problemas separados. Pasadas algunas indefiniciones por parte de CTERA, la central aceptó finalmente la propuesta paritaria ofrecida por el ex ministerio de Educación (hoy secretaría). La oferta de un 25% en tres cuotas (un 15 % más cifras en "gris") no solo implica un aumento muy por debajo de la inflación prevista para el 2018, sino que además, retrocede en conquistas históricas de la docencia universitaria con el agregado de cifras no remunerativas. Toda la docencia conoce en carne propia lo que esas cifras en negro afectan al salario real.
A días nada más de la contundente marcha universitaria a Plaza de Mayo, donde cerca de doscientas mil personas acompañaron el reclamo y sumaron su rechazo al saqueo que está llevando a cabo el gobierno, las direcciones sindicales apostaron a esperar al 2019, intentando así cerrar el conflicto universitario. En un escenario de tomas de facultades y enormes manifestaciones en todo el país contra el recorte presupuestario para las universidades, la dirección de CTERA busca cerrar frentes en lugar de apostar por la unidad de la lucha educativa para enfrentar los planes de ajuste del gobierno.
Este acuerdo, que intentaron soslayar con una demora de diez días en la firma de acta paritaria a expensas del rechazo de la mayoría de la docencia, resulta canallesco al coincidir justamente con la presentación del presupuesto 2019 patrocinado por el FMI. El gobierno de Macri deja en claro su perspectiva de saqueo a los trabajadores y la educación y para eso, cuenta con la complicidad de la burocracia sindical y el PJ.
La división ficticia que intentan imponer las burocracias sindicales se contrasta con las asambleas que se vienen dando en las distintas facultades del país. Ese movimiento universitario autoorganizado busca discutir los problemas de fondo que estas direcciones esquivan. La perspectiva de avance en el “déficit cero en educación” vuelve utópico pensar en esperar a 2019 como una alternativa. El conjunto de las universidades ya mostró en las calles su rechazo a las políticas educativas del gobierno. Por eso, tenemos que fortalecer desde abajo el paro convocado para el 24 y 25 de septiembre, con asambleas en cada facultad y lugar de trabajo. Ante el autismo de las direcciones sindicales, es necesario exigir e imponer un plan de lucha para frenar el ajuste hoy, dejando de pagar una deuda que no nos pertenece y que se rompa el acuerdo con el FMI. |