No hay que hacer un gran esfuerzo para ver el fracaso de las políticas neoliberales a las que tienen que someterse los Estados para endeudarse, establecidas por el Consenso de Washington.
De acuerdo a los datos entregados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) de Argentina, la pobreza subió a 27,3% en el primer semestre de 2017. Según esta cifra, los pobres son más de 12 millones de personas, lejos de la promesa de "pobreza cero" que hacía en su campaña electoral en 2015.
Mauricio Macri, de manera incoherente con su programa de "austeridad fiscal", aterrizó en un helicóptero oficial sobre la Agencia Nacional de Discapacidad, ¿para impulsar una campaña de integración o anunciar medidas para estas personas? ¡No! Fue porque el lugar era colindante con el Liceo privado Franco Argentino “Jean Mermoz”, donde estudia Antonia Macri, su hija, con el fin de ir a buscarla al terminar las clases.
Esta debacle social, política y económica ha quedado sin frenos. Decenas de miles de despidos, escandalosa inflación, alza del dólar, fuga de capitales, un presupuesto para 2019 dictado por el Fondo Monetario Internacional, etc.
La crisis tuvo una nueva trágica escena con la renuncia de Luis Caputo, amigo del presidente que se desempeñaba como presidente del Banco Central. En su reemplazo, llegó Guido Sandleris, quien fue nombrado de facto por Christine Lagarde. Aunque, al parecer, Sandleris no cree demasiado en la economía argentina, porque cuenta con el 44% de su dinero en el exterior.
Paralelamente, Macri se reunía con el FMI en Nueva York para extender la línea de crédito con la institución hasta 57.100 millones de dólares, a cambio de mayores calamidades para la población trasandina.
Las políticas acordadas han fracasado. Pues este viernes, a solo a dos días del anuncio de la renegociación de la deuda, el dólar volvió a subir por sobre los 42 pesos argentinos, alcanzando una nueva marca histórica.
La situación cíclica argentina está lejos de terminarse si no se implementan soluciones de urgencia que involucren medidas de fondo, como lo son las que propone el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT): Convocar a una Asamblea Constituyente plenipotenciaria, nacionalizar todos los recursos naturales, la industria minera y los servicios básicos, estatizar la banca, monopolizar el comercio exterior, planificación conjunta de la economía entre los usuarios y trabajadores, y establecer un salario mínimo acorde a la canasta básica familiar; para que así, la economía del país hermano deje de ser una enorme productora de miseria para los pobres y esté al servicio de las necesidades del pueblo argentino y no una fuente de jugosas ganancias para los capitalistas. |
