El 24 y 25 de septiembre, mientras Macri bailaba en Nueva York y declaraba su "enamoramiento" con Christine Lagarde, Luis Caputo era desplazado del Banco Central por orden del FMI. Los diarios del mundo comparaban el destino del gabinete de Cambiemos con el trágico Titanic.
El mismo día la clase obrera en el país y la región mostraba los dientes contra ese destino. Lo hicieron con un paro contundente, que mostró el descontento con el gobierno y un ajuste que solo trae hambre y desempleo para el pueblo trabajador. Por la mañana las calles rosarinas se mostraban desiertas y la mayoría de los comercios tenían sus puertas cerradas.
El triunviro de la CGT planificó una vez más un paro dominguero. Pero la combinación de un gobierno nacional dispuesto a todo, y las duras consecuencias que se viven en la Santa Fe del Partido "Socialista" con más de 4000 despidos y suspensiones en el sector industrial, hizo que las conducciones sindicales llamaran a movilizar el 25 en Rosario. Sin embargo, bien se cuidaron de que esa fuerza no se exprese democráticamente, con combatividad y de manera unificada. Tal es así que hubo tres movilizaciones y actos locales convocados por distintos sectores gremiales, dos de ellos de manera simultánea. La CTA Autónoma junto a Amsafe y ATE Rosario convocaron a marchar el 24 por la mañana. Por su parte los gremios nucleados en el Movimiento Obrero Santafesino (MOS), el Movimiento Sindical Rosarino (MSR) y la CTA de los Trabajadores realizaron el 25 por la mañana una movilización céntrica y un acto en el cruce de la peatonales, un lugar tan incómodo que mostraba de por sí las pocas ganas que tenían de que la convocatoria sea masiva y en caso de existir, que puedan expresarse otros sectores sindicales, políticos y sociales. Esta fue la convocatoria más concurrida. A la misma hora y a cinco cuadras de distancia, la UOM, el SMATA y la UOCRA, que representan a los sectores más castigados por los despidos y suspensiones, pero también a los gremios más cómplices de la región, realizaron un acto junto a otros sindicatos agrupados en la recientemente fundada Unidad de Acción Sindical.
¿Rosario, capital del paro activo?
Alesso, dirigente de Amsafe y de la Ctera, calificó a Rosario como la "capital nacional del paro activo". Aunque la movilización fue numerosa, no alcanzó a expresar toda la bronca que por abajo se viene profundizando en la región. Sin asambleas en cada lugar de trabajo, ni medidas de acción de los grandes gremios, como piquetes y bloqueos para impedir el ingreso a la fábricas y empresas, el paro estuvo lejos de ser activo. Tanto es así, que ni siquiera en el gremio docente la conducción de Alesso convocó asambleas o plenarios de delegados.
En cambio, si las direcciones sindicales de importantes gremios como Amsafe, UOM, SMATA, Aceiteros o Comercio -por mencionar a algunos- se hubieran jugado a realizar asambleas en cada escuela, fábrica y supermercado, se podría haber preparado una gran jornada que muestre la fuerza obrera con decenas de piquetes y la movilización de miles y miles de trabajadores que están siendo golpeados por los despidos, las suspensiones y la inflación. La participación democrática de las bases pareciera un monstruo al que todas las conducciones tienen más miedo que al propio ajuste.
Los piquetes hubieran permitido que los laburantes presionados por jefes y gerentes a asistir a trabajar pudieran parar sin el riesgo de sufrir represalias. Sin embargo, las direcciones sindicales se limitaron a realizar una acción céntrica a la que muchos y muchas trabajadoras no pudieron llegar, o porque tuvieron que laburar igual, porque no se enteraron, o simplemente porque con el paro de transporte y la inactividad de los gremios, era prácticamente imposible llegar desde las barriadas obreras.
Movilización de los gremios nucleados en la Unidad de Acción Sindical
#Hay2019 vs. la necesidad de un plan de lucha
En la región se vienen dando importantes demostraciones de fuerza, como fue el paro regional convocado por la CGT San Lorenzo que paralizó el cordón industrial o los anteriores paros nacionales. Sin embargo, no existe actualmente ningún tipo de coordinación real de las luchas cotidianas de los trabajadores, que se dan de manera aislada y por ende muy debilitadas. La estrategia burocrática de dividir a los trabajadores no es solo para los actos, sino una práctica sistemática, permanente.
Las conducciones sindicales burocráticas en su mayoría especulan con fortalecer alguna de las variantes del PJ de cara a las próximas elecciones. Por eso, la unidad que proponen es solo por arriba con quienes se comparte proyecto para 2019. Es así que en los dos actos del miércoles participaron referentes de la política local y nacional del PJ.
Por eso, exceptuando algunas pocas intervenciones, en ninguno de los actos se escucharon propuestas concretas ni anuncios de nuevas medidas de fuerza para enfrentar lo que muchos oradores, con completa razón, calificaron como un “saqueo” en curso contra el pueblo trabajador. Lo que sí se mencionó es la necesidad de recuperar un gobierno que defienda “el trabajo y la producción” y en algunas intervenciones más explícitas como la de Monzón de la CGT San Lorenzo, se llamó a defender a industria nacional, junto a los patrones que están dejando a miles de familias en la calle. Pero los trabajadores y trabajadoras no podemos esperar al 2019, porque el saqueo es ahora.
La falta de asambleas democráticas impulsadas por los gremios y los delegados sindicales, no se limitan a los pocos y tardíos paros nacionales, sino que son una ausencia también sistemática y permanente, como se ve en cada empresa, escuela o dependencia estatal que sale a enfrentar los ataques concretos de las patronales. Este tipo de medidas son las que le dan confianza a los trabajadores para salir a pelearla. La única manera de ganar es con unidad, y la única unidad posible y verdadera, se logra desde abajo y con la participación democrática, para que nadie decida por nosotros y nosotras.
Desde el PTS y el Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC) venimos levantando hace tiempo la exigencia, no solo de un paro activo, sino también de un plan de lucha que prepare el camino a una gran huelga general que derrote los planes de ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI.
Fue con este planteo que en cada gremio donde participamos, impulsamos la participación democrática de los compañeros y compañeras realizando el único corte de ruta de la ciudad, bloqueando el acceso a la autopista Rosario-Buenos Aires a la vez que participamos del bloqueo de las puertas de ingreso a la empresa alimenticia La Virginia.
Si las direcciones sindicales verdaderamente defienden a los trabajadores, como repiten frente a cada micrófono y cámara, tienen que convocar asambleas en todos los lugares de trabajo, instancias de coordinación democrática y desde abajo, junto a un nuevo paro y movilización para rechazar la votación del Presupuesto 2019 a la medida de las exigencias del FMI que solo trae recortes a la salud, a la educación y nuevos despidos. Si no impulsan acciones para impedir que se vote esta ley, los paros domingueros seguirán siendo para la tribuna y las elecciones, mientras en la vida real mantienen la colaboración con Macri y el plan del FMI.
Tomamos como importante ejemplo de lucha a los trabajadores del Astillero Río Santiago que vienen de un triunfo frente al gobierno recuperando métodos históricos de la clase trabajadora, como la movilización, piquetes, tomas, y la unidad con la comunidad.
Planteamos ya mismo la necesidad de llamar a un paro general activo con movilización el día que se vote el Presupuesto en el congreso, para evitar que nos siga saqueando al pueblo trabajador, y contra toda la casta de políticos y jueces comprados por el FMI y los empresarios, proponemos luchar por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana donde se exprese la verdadera voluntad del pueblo trabajador, con diputados revocables que discuta cómo resolver los problemas populares. |