La misma historia de siempre en nuestro distrito; ante cada temporal miles de familias pierden todo. Mientras que el intendente Martiniano Molina paga publicidad en redes sociales para hacer campaña con su faraónico Metrobus, el abandono y la falta absoluta de inversión en infraestructura en los barrios populares de Quilmes, Solano y Bernal es obscena: falta de asfalto o calles mal hechas que empeoran las condiciones en lugar de mejorar, falta de entubamiento de los arroyos, falta de viviendas para las familias, desidia y contaminación hacen de cada tormenta una pesadilla para miles de habitantes.
Fuente: Facebook
Los medios y el gobierno dicen que son "problemas naturales" con una hipocresía indignate. Las condiciones paupérrimas en las que viven las familias no tiene nada de "natural"; es absoluta responsabilidad del Estado y los gobiernos de todos los colores políticos, que en los últimos 30 años no han solucionado ni uno solo de los problemas estructurales del distrito. Si a todo esto le sumamos el ajuste brutal que se empieza a vivir con hambre en los barrios, el cuadro de situación se hace escalofriante. Pibes y abuelos que aparte de haber reducido su ración diaria de alimento, de tener que comer en comedores populares o en las escuelas que están en pésimas condiciones, tienen que soportar perderlo todo ante cada nuevo fenómeno meteorológico. Es indignante, profundamente indigante.
Fuente: Facebook
Ni la naturaleza, ni la casualidad. El Estado y el gobierno son responsables de esta situación que se arrastra hace años y que con el ajuste no hace más que profundizarse.
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