Este lunes 1° de octubre comenzará a funcionar una “comisión técnica para avanzar en varios proyectos que involucran la Avenida de los Ríos y la regularización del campus universitario”. Dicha comisión, acordada el pasado 24 de septiembre entre la gestión de la UNCO y el gobierno macrista de la ciudad de Neuquén, se conformó a puertas cerradas a espaldas del conjunto de la comunidad universitaria, y sin aclarar quiénes la conforman. Ni siquiera consultaron al Consejo Superior.
Durante años Crisafulli se la pasó cacareando contra Quiroga. El propio Consejo Superior en 2016 se había pronunciado en contra de la apertura de la calle Libres Pensadores, y el rector aparecía como el defensor de los terrenos de la UNCO. En su campaña electoral hace solo unos meses, sostenía la misma posición. Hace sólo semanas envió una carta documento al intendente, en un intento circo mediático. Pero Crisafulli ya nos tiene acostumbrados al doble discurso: días después del show, acuerda sin consultar a nadie comenzar la entrega de las tierras con el gobierno macrista de la Ciudad de Neuquén.
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El plan es la apertura de las calles aledañas al edificio de la sede central del Comahue, ubicada en la ciudad de Neuquén. Según expresaron ambas partes en medios locales, la idea es “llegar a puntos de acuerdo sobre las obras públicas que quiere realizar la Municipalidad en las tierras en la que se ubica la UNCO en la ciudad de Neuquén”.
Estos acuerdos parten de promover en lo inmediato la construcción de la “Avenida de los Ríos” que unirá los ríos Limay y Neuquén, una obra millonaria que comenzaría en octubre del corriente año.
Mientras que en los barrios populares de Neuquén cada vez que llueve se inundan las calles por falta de obras pluvioaluvionales, mientras gran parte de la población Neuquina no accede a planes de viviendas, a la red de gas, cloacas y agua potable, el intendente se da el lujo de llamar con licitaciones millonarias al servicio del negocio inmobiliario para montar obras sobre territorios que pertenecen a la Universidad Pública.
Negocios privados con la Universidad Pública
Lo que quieren negociar es el acceso a las calles que transitamos estudiantes, docentes y no docentes de la UNCO, y allanarle el camino a los negocios inmobiliarios en la zona del “alto” de la ciudad de Neuquén. Se trata no sólo de las calles que hoy existen, sino del trazado de nuevas vías dentro de las 107 hectáreas que posee la UNCO sin construcciones.
La zona del alto del centro neuquino en la que se encuentra la UNCO, ha tomado relevancia en los últimos 10 años con el incremento de construcciones civiles y edificios privados de gran envergadura, ligados al desarrollo de la industria hidrocarburífera y el crecimiento demográfico.
El municipio pretende demoler todo lo que obstaculice los negocios de las empresas inmobiliarias, sin importar las consecuencias ambientales, sociales ni económicas del negocio. Viviendas residenciales han sido demolidas para la construcción de edificios, modificándose por un lado la infraestructura civil,destruyendo las bardas, y favoreciendo la instalación de las grandes cadenas de hoteles, supermercados y hasta “tomas vip”, barrios privados para empresarios, gerentes y funcionarios.
Los terrenos con los que cuenta la UNCO están en la mira.
La UNCo en oferta
La conformación de la Comisión se da en medio de un ahogo financiero que padecen nuestra universidad y el conjunto de las universidades nacionales. En ese marco, el rector de la UNCO posa de luchador y opositor de Macri,pero su “estrategia” para resolver la crisis, se basa en el financiamiento externo, por parte de empresas privadas y convenios con los estados municipal y provincial.
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Con este convenio, la UNCO obtendría la “regularización” de las construcciones irregulares en sus terrenos, y el cobro de una “servidumbre de paso”, a cambio de la entrega de parte de sus territorios. Se trata de un nuevo avance en la entrega de la Universidad Pública al servicio de los grandes empresarios, ya no solo petroleros, sino ahora también inmobiliarios.
Hay que parar esta entrega
Queda claro que la lucha que desplegó la comunidad educativa en defensa de las universidades públicas no puede quedar en manos de los que negocian con Cambiemos la entrega del territorio de la UNCO. Son los mismos que ponen la alfombra roja para la CONEAU privatista y firman innumerables convenios con empresas como Chevron, Pan American Energy, Total, Tecpetrol, Pluspetrol, Petrobras e YPF S.A, TRYSE, Quimisur, Bolland&Cia SA, ANDES TRACER, EAT ARG S.A., o el pulpo amigo de los Macri, Pampa Energía.
Las y los más de 30.000 estudiantes del Comahue tenemos que ponernos de pie contra las políticas de ajuste y saqueo que descargan Macri, los gobernadores y el FMI. Pero además tenemos que enfrentar esta entrega por parte de nuestro propio rector y el macrismo local. Nuestra educación vale más que las ganancias de los empresarios. ¡Las tierras de la UNCO no se tocan!
El movimiento estudiantil junto a las y los docentes y no docentes, es quien debe debatir cuál es el mejor uso para las tierras de la UNCO. ¿Por qué no se podría construir en alguna de las 107 hectáreas que conserva la UNCO residencias para las y los estudiantes que no pueden sostener sus estudios? ¿Por qué no se podría, sobre la base del convenio entre la UNCO y el Sindicato Ceramista de Neuquén, aprovecharse la producción de las 3 fábricas bajo gestión obrera para dichas obras? Ninguna de estas preguntas tiene respuesta en un régimen anti-democrático en el que una minoría decide por la amplia mayoría de la comunidad universitaria.
El primer desafío del movimiento estudiantil es continuar la lucha contra el ajuste en marcha y, en ese marco, impedir esta nueva entrega que impulsan Crisafulli y Pechi Quiroga. | 
