El 28 de septiembre pasado, en el marco del Día de lucha por el derecho al aborto, la Capilla que se encuentra en el predio de la Universidad de Salta amaneció con pintadas por la separación de la Iglesia y el Estado y el derecho al aborto. Horas más tarde, jóvenes antiderechos organizados en Palestra las taparon.
El viernes, las calles y plazas de las principales ciudades del país se llenaron de verde. Salta no fue la excepción.
Lo novedoso fue que la Capilla que se encuentra en el predio de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) y fue inaugurada hace 35 años, tenía en sus paredes pintadas que hacían alusión a la lucha por la legalización del aborto y la separación de la Iglesia y el Estado. Las imágenes rápidamente se viralizaron.
Una de las demandas más sentidas por les estudiantes, en el marco del conflicto universitario de los últimos meses, fue justamente sacar a la Iglesia de los contenidos educativos y la educación en general. Un grito que recorrió todo el país, con su expresión más concreta el 27 de agosto pasado cuando en la Universidad de Córdoba sacaron la virgen de las paredes de la Facultad de Derecho.
Antis
Horas más tarde de ese 28, en Salta miles coparon las calles céntricas en el marco del Día de lucha por el derecho al aborto con la típica pasada por la Catedral al grito de “aborto libre y legal ya, y que los curas se vayan a laburar”.
Mientras, una cuadrilla de estudiantes católicos de Palestra se organizaron en la UNSa para tapar la pintada al grito de” Nuestro Señor y Salvador es el príncipe de la paz” y “¡Dios es más fuerte! ¡Siempre!”.
De un lado y del otro
La UNSa viene expresando a lo largo de este año, la pelea por los derechos de las mujeres y los sectores LGBT a la vez que la reacción organizada en las camarillas docentes con el Rector Antonio Fernández Fernández a la cabeza. Así se vio en junio pasado cuando el Consejo Superior votó su adhesión al proyecto de ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo, en el marco del debate en el Congreso. En agosto revocaron esa resolución, con 14 votos a favor y 9 en contra. Pero, a les estudiantes que copaban la Legislatura ni les consultaron.
Lo que prima en las cursadas no es la ola celeste si no los pañuelos verdes y naranjas que llegaron para quedarse. Es que luego del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que prohibió el dictado de educación religiosa en horario escolar y en el marco de la discusión nacional por el derecho al aborto, la juventud salteña quiere ir por más. Y sabe que enfrente no sólo están los antiderechos y el Senado lleno de dinosaurios si no que sectores del poder más rancio están a la cabeza, con el PJ y la familia Urtubey al frente. Por eso, se tiene que organizar y en Humanidades cuenta con la Secretaría de la Mujer y la Diversidad Sexual.
La garantía de que el fallo de la Corte se cumpla en todas las escuelas y niveles, y de sacar los contenidos religiosos y la Capilla de la Universidad Pública, no puede estar en manos de un Ministerio de Educación que garantizó el dictado de catequesis durante 10 años a nivel provincial. Tampoco de un Ministerio Nacional que es parte del gobierno de Mauricio Macri que destina lo mismo que 29 presupuestos universitarios al pago de capital e intereses de la deuda externa.
Lejos de eso, la posta es del movimiento de mujeres que se expresa también en la UNSa, como parte de les estudiantes que coparon las calles el pasado 30 de agosto en la movilización más grande que se recuerde.
Ahora les pibes van por sacar la capilla de la Universidad.