No obstante, actualmente llega no sólo a la represión y censura de los jóvenes, sino a su persecución y asesinato justificado. Tal es el caso de Iván Maldonado Villegas, de tan sólo 16 años, quien la noche del sábado 28 de febrero fuera victimado por la espalda en manos de la policía municipal de la ciudad.
Detenido por el delito de robo a mano armada, los policías lo privaron de la libertad y se disponían a trasladarlo a la estación Universidad. El joven logró quitarse las esposas y en su intento de escapar de sus captores, éstos le ordenaron detenerse. La versión oficial indica que realizaron un disparo al aire de advertencia, el cual terminó impactándose en la espalda del muchacho.
Los medios reflejan que el joven en cuestión tenía un historial criminal de varios asaltos, robos a casa habitación y consumo de estupefacientes. Aunque el oficial culpable del delito está bajo investigación, la población parece justificar el hecho bajo el argumento de que se trataba de una persona que no le hace ningún bien a la sociedad. Esto nos lleva a un análisis acerca del porqué muchos jóvenes se encuentren en los zapatos de Iván.
El sistema priva a las mayorías de lo necesario para tener una vida digna, los lanza a las calles a sobrevivir sin trabajo ni educación. Luego cuando los jóvenes, en su lucha por sobrevivir, recurren al robo del mismo sistema, éste los detiene, los condena o los asesina justificando el bien de la propiedad privada, ¿quién es el verdadero criminal en la historia de todos los días? ¿Quién es el culpable de la privación efectuada mucho antes de que los ladrones y delincuentes nacieran? El sistema.
Este discurso, el del delincuente que merece la muerte o el castigo es un discurso fomentado por el Estado burgués. El Estado justifica el asesinato y la privación de los derechos humanos elementales de los jóvenes cuya única posibilidad es recurrir al delito. Sin embargo, pocas personas cuestionan el origen de la delincuencia y se enfocan, como en diversas problemáticas del capitalismo, en atacar sus consecuencias.
El problema de la delincuencia juvenil es un problema sistémico, el cual jamás tendrá solución bajo el capitalismo. No obstante el Estado maneja un discurso completamente diferente, el cual pretende justificar que ante ninguna posible solución por parte del sistema, está justificado acabar con los jóvenes que no le hacen ningún bien a la sociedad. Esto ha llevado a la persecución, la discriminación y el asesinato de los jóvenes en el país.
No es casualidad que de los más de 150.000 asesinatos ocurridos desde la guerra contra el narcotráfico iniciada con Calderón, la gran mayoría de los fallecidos sean parte de la población joven de la nación, es decir, menores de 25 años.
Desde La Izquierda Diario, alzamos la voz contra la criminalización de los jóvenes precarizados, como Iván, quienes no tienen la posibilidad siquiera de ser explotados, quienes son lanzados a las calles a morir, ya sea por la voracidad de la pobreza o en manos del Estado burgués. Asimismo evidenciamos que el culpable de esta clase de crímenes tiene nombre y se llama capitalismo. |