Las trabajadoras y representantes sindicales de CGT en el Casino Gran Vía de Madrid vienen denunciando una política sistemática de acoso y persecución permanente en los últimos meses hacia los miembros del sindicato y otros trabajadores de la empresa.
En ese marco, el pasado viernes 28 de septiembre más de un centenar de trabajadores y trabajadoras, junto a la afiliación del Sindicato de Oficios Varios de CGT Madrid, participaron de una nueva concentración frente al Casino del grupo Comar en la céntrica Gran Vía madrileña.
La concentración fue un éxito y es parte de la batalla de CGT y un amplio sector de la plantilla contra el Grupo Comar y sus prácticas antisindicales. Obviamente la protesta no fue del gusto de la patronal. Pero insólitamente tampoco del sindicato UGT, con representación minoritaria en el Casino.
Después de la concentración, UGT publicó un monstruoso comunicado en el que afirma “desde nuestro sindicato consideramos que no hay motivos para esta acción tan indigna por parte de este sindicato que no representa nada más que a una pequeña parte de los trabajadores/as del Casino Gran Vía, donde la mayoría está en contra de estas medidas que no son nada más que electoralistas”.
UGT afirma también en su comunicado que ellos no entran “en esta guerra a la que nos quieren hacer llegar, pues lo que hacemos es preocuparnos por los intereses de tod@s los trabajador@s y pensando en ellos seguimos negociando con la empresa para mejorar sus condiciones y las de su convenio”.
El comunicado fue reproducido en la página web “Sector del juego”, un pasquín digital que representa los intereses de las patronales y empresas del sector.
Si faltaba demostración del espíritu lacayo de UGT con la empresa, en su comunicado defienden el convenio recientemente firmado con la patronal sosteniendo que “sirve para mantener los derechos de los trabajadores y que ha proporcionado la paz social necesaria para seguir avanzando en nuestras reivindicaciones”. La realidad, din embargo, es que el nuevo convenio garantiza la precariedad y los bajos salarios con otros sindicatos, razón por la cual no fue firmado por CGT.
Una vez más, la burocracia de UGT junto a las patronales y en contra de la opinión de la mayoría de los trabajadores del Casino Gran Vía.
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