Este sábado 6, falleció a los 85 años, la voz de los Juegos Olímpicos Barcelona’92 que unió a la soprano española y al líder de Queen, Freddie Mercury.
Más que una canción perduró como un himno, sobreviviendo "Barcelona" a sus propios creadores e intérpretes como referente de aquellos juegos olímpicos.
La admiración declarada que Mercury sentía por la soprano y la pasión de éste por la ópera permitió que ambos se conocieran a principios de los ochenta y que surgiera entre ellos un vínculo muy especial, tanto como para preparar un disco conjunto, que fue el origen de la ya eterna canción.
De este modo, Caballé respondió a la petición que le había hecho el alcalde de Barcelona entonces, Pasqual Maragall, para crear una composición que animase a los jóvenes a acudir a los juegos.
Montserrat Caballé y Freddie Mercury lo grabaron, y resultó un disco que vendió un millón de copias, y compartieron escenario para demostrar que las diferencias no son un límite, sino que es posible unir estilos y voces distintas. Nada impidió ese encuentro, ni siquiera la gravedad de la enfermedad del cantante.
Sin embargo, no pudieron cantar juntos en el estadio Montjuic en la inauguración de los Juegos, la muerte del británico había sido en noviembre de 1991. Pero "Barcelona" llegó a todos los rincones del planeta, es una referencia del olimpismo y se mantiene como fuente de inspiración para artistas y deportistas.
En el año 2012, el disco "Barcelona" se reeditó en una versión orquestada tal y como deseaba Freddie Mercury y Caballé admitía que todavía se emocionaba al escuchar la canción y al recordar a su amigo. "Él siempre lo quiso hacer con orquesta pero no pudo ser porque no tuvimos tiempo. Pero, sin duda, si es que está en algún sitio, será feliz de ver que su sueño se ha logrado".
Varios teatros de ópera y personalidades expresaron su tristeza por la muerte de la cantante. "Todos en la Royal Opera estamos entristecidos tras conocer la muerte de Montserrat Caballé. La soprano española cantó con nosotros en varias ocasiones entre 1972 y 1992, e inspiró a millones a lo largo de su carrera con su deslumbrante voz".
Las actuaciones de la soprano española fueron "una página de oro en la historia de las interpretaciones" de ópera, y pusieron "el listón muy alto" al resto de los cantantes de todo el mundo, dijo el director artístico del teatro Mariinski de San Petersburgo, Valeri Guérguiev. También el cantante pop Nikolái Báskov, uno de los más populares de Rusia y gran aficionado a la ópera lamentó su muerte. El pianista ruso Denis Matsuev, considerado uno de los mejores del mundo, aseguró a la agencia RIA Nóvosti que la muerte de Caballé es una gran pérdida para la cultura universal.
La Ópera de Roma lo hizo con un corazón y una fotografía en blanco y negro de la diva en el papel de María Estuardo, con el que debutó en ese escenario capitalino el 14 de mayo de 1970.
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14 maggio 1970
Las últimas actuaciones de Caballé en el teatro de la capital italiana fueron durante la temporada 1985/1986, cuando "dejó un recuerdo imborrable entre quienes tuvieron la suerte de escucharla" en el "Demofonte" de Luigi Cherubini y las "Hérodiade" de Massenet.
El director musical de este coliseo, Riccardo Chailly, dijo en un comunicado que "sin duda fue una de las grandes artistas" con las que colaboró y a la que dirigió por primera vez en 1977 en San Francisco, en un "Turandot" junto a su amigo Luciano Pavarotti.
También La Scala de Milán, uno de los coliseos operísticos más importantes del mundo, publicó otra imagen de Caballé frente a su exigente público puesto en pie, tras una de sus actuaciones con las que se presentó, como Ana Bolena o Norma.
La soprano debutó en La Scala en el papel secundario de una obra de Wagner en 1960 pero su conquista se produjo una década después, con la ópera Lucrecia Borgia de Gaetano Donizetti.
El teatro La Fenice de Venecia reconoció que la de hoy es "una jornada triste" y reconoció a la soprano como una mujer "consagrada por siempre a la música".