Este domingo 7 de octubre, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) irrumpieron en el Foro de Consulta Estatal Participativa en Acapulco, para denunciar la participación de los charros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quienes avalaron durante todo el sexenio la reforma educativa.
Desde temprano, unos 300 maestros de la CETEG -que agrupa a la disidencia magisterial adscrita a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el estado- de las regiones Centro, Acapulco y Costa Grande, se movilizaron desde la delegación del ISSSTE por la Costera Miguel Alemán.
Al llegar al Salón Teotihuacán del Centro de Convenciones de Acapulco, en donde se realizaría el foro, los maestros se encontraron con restricciones para el acceso. Los organizadores del evento habían colocado vallas metálicas entre los que serían ponentes y el resto del auditorio. El espacio para los ponentes estaba ocupado por burócratas afines a la dirigencia del SNTE, vestidos con pantalón obscuro y camisa blanca.
Ante este escenario, los profesores disidentes avanzaron derribando las vallas y tomaron el presidium para fijar su postura. Desde abajo, los charros comenzaron a aventar botellas de agua y sillas; agresión que fue rechazada por los miembros de la CETEG. Hasta que los burócratas del SNTE se retiraron del salón, al igual que los demás asistentes, por lo que se canceló el foro.
Simulación
Luego del anuncio de los foros educativos promovidos por el MORENA, la CNTE resolvió participar en ellos para dar a conocer su posición. Desde la Agrupación Nuestra Clase, al igual que muchos maestros de base, señalamos desde el principio que dichos dichos foros son una simulación y no constituyen un ejercicio realmente democrático, pues las ponencias de los maestros se atomizan y diluyen entre las de otros “sectores”, como los empresarios y los charros, se reducen a tres minutos por ponente y se eligen por sorteo aquellas que pueden ser leídas.
Además, quienes decidirán qué propuestas se retoman son los organizadores mismos.
Por otra parte, es sabido que quienes promueven y tienen preferencia para participar en estos foros son los sectores del SNTE afines a Elba Esther Gordillo, quien busca retomar el control del sindicato con la llegada al gobierno del MORENA, partido al que apoyaron en las pasadas elecciones. Aunque también están abiertos a la participación de los charros dirigidos por Juan Díaz de la Torre, a pesar de su desprestigio.
La CETEG denunció la falta de “tacto político” de los organizadores del foro, que dieron todas las facilidades para la participación de los charros, cuando éstos han sido comparsas o directamente ejecutores de la violencia que han padecido las y los maestros. En ese sentido, los integrantes de la CETEG recordaron la muerte a manos de la policía del profesor jubilado Claudio Castillo, en una manifestación contra la reforma educativa, así como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Durante todo el sexenio de Enrique Peña Nieto, el magisterio democrático resistió el ataque de la reforma educativa, enfrentándola en las calles con movimientos nacionales en 2013 y 2016, obteniendo en respuesta represiones brutales, como el desalojo del Zócalo de la CDMX y la masacre de Nochixtlán, ante las cuales todas las alas del charrismo sindical guardaron un silencio cómplice.
El 1 de julio, la promesa de Andrés Manuel López Obrador de cancelar la reforma educativa ganó el voto de la mayoría de los maestros. Ahora, las expectativas depositadas en el próximo gobierno chocan con este proceso de consulta amañado, centrado en los foros educativos, que no representa un ejercicio verdaderamente democrático en el que las comunidades escolares puedan discutir y decidir el rumbo de la educación en México.
Tras los acontecimientos en el foro de Guerrero, el futuro titular de la SEP, Esteban Moctezuma, aseguró que “los lamentables hechos de hoy no van a impedir que continuemos en todo el país estos foros deliberativos y que logremos un acuerdo para todos”. Todo parece indicar que el próximo gobierno seguirá privilegiando su alianza con la burocracia sindical gordillista.
Es necesario que la rabia expresada por las maestras y maestros de la CETEG el 7 de octubre se transforme en movilización masiva del magisterio nacional, junto a los padres de familia, el movimiento estudiantil y los sindicatos que se reclaman democráticos, para frenar el nuevo modelo educativo, impedir la evaluación punitiva, reinstalar a los cesados, liberar a los presos políticos, abrogar la reforma educativa y luchar por la democratización del SNTE.
Esto requiere, en primer lugar, que la CNTE -como referente histórico de lucha- deje de depositar expectativas en el próximo gobierno y en la mayoría del MORENA en el Congreso, e impulse una política independiente basada en la movilización, en la extensión del movimiento a todo el país y en la unidad en las calles con otros sectores de trabajadores. |