La ministra de Seguridad expuso ayer antes la Bicameral de Seguridad del Congreso Nacional. Allí, habló de una “ideología de estigmatización automática hacia las fuerzas” y se jactó de que su gestión “redignificó” a los uniformados.
La funcionaria apuntó contra la Procuraduría de Violencia Institucional, por las denuncias contra miembros de las fuerzas: “Encontramos casos en los que una serie de organismos del Estado, como la Procuvin, frente a un hecho, se presentaban inmediatamente sin saber lo que había sucedido”, aseguró.
Durante su discurso, Patricia Bullrich llamó a la “reconstrucción de la dignidad, de la ética y del salario que tienen que tener las fuerzas de seguridad para dejar de ser fuerzas sometidas y destratadas, y tener una ubicación de acuerdo a la tarea que el Estado les encomienda”.
Estas palabras no asombran. Las dice quien ha justificado el accionar de la Gendarmería y la Prefectura asesinas, que se llevaron la vida de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. O que festejó el accionar de Luis Chocobar, el policía que mató por la espalda a un hombre que había robado. De esta forma, busca dar aire a un clima derechista, que centra todo en el pequeño delito sin cuestionar a los grandes saqueadores del país.
Más recientemente, Bullrich celebró la absolución de Daniel Oyarzún: el carnicero que remató en el suelo a un ladrón. “Es un verdadero acto de justicia”, afirmó respecto a este fallo reaccionario que alienta la justicia por mano propia.
Patricia Bullrich Luro Pueyrredón representa la cara más visible de política represiva, indispensable el ajuste. |