El curso se efectuó en cinco sesiones, cada una de ellas con una duración promedio de dos horas, las cuales se desarrollaron una vez por semana. Aquí se tocaron los temas abordados por la compañera Andrea D’Atri en el curso virtual.
En la primera sesión, denominada pioneras, vimos lo referente a la herencia del socialismo utópico, el aporte de Flora Tristán y los debates que se dieron en la Primera Internacional sobre la cuestión de la mujer, así como la participación de las mujeres en la comuna de París. En la segunda sesión nos abocamos a analizar la organización de masas de las mujeres trabajadoras en la Segunda Internacional, la lucha por el derecho al voto y los derechos de las mujeres trabajadoras, el papel de las Conferencias Internacionales de Mujeres Socialistas, el sufragismo, el internacionalismo y la primera guerra mundial. En la tercera sesión vimos todo lo referente a las mujeres y la Revolución Rusa, así como la burocratización del Estado Obrero de la mano del estalinismo y su impacto en la familia. En la cuarta sesión abordamos lo que se conoce como el feminismo de la segunda ola, lo cual implicó estudiar la relación entre reforma y revolución en los años 70. Finalmente, en la quinta sesión, estudiamos lo que se conoce como postfeminismo, aquí vimos las contradicciones propias de la restauración conservadora, que no es otra cosa que lo que se conoce como neoliberalismo, y cómo es que en este periodo las mujeres a pesar de tener formalmente más derechos sufrimos más agravios.
Destacamos la dinámica y nutrida participación de las y los asistentes al curso, dentro de los cuales merecen una mención especial las estudiantes universitarias, escolares, docentes, trabajadoras, artistas y otres, quienes, a partir de sus experiencias personales y conocimientos previos contribuyeron notablemente a elevar el nivel del debate y, a partir de ello, a enriquecer las conclusiones a las que fuimos arribando al finalizar cada sesión.
Lo doblemente valioso de este curso es que se dio en un entorno en el cual las ideas feministas, socialistas y marxistas aún están muy estigmatizadas. A pesar de esto, el curso se desarrolló de manera exitosa con una afluencia constante e importante de las y los participantes, lo cual pone de manifiesto que empieza a desarrollarse en la juventud y en las mujeres una sensibilidad favorable hacia las ideas del feminismo socialista abonando el terreno para la construcción de Pan y Rosas Perú.
Compartimos algunas de las opiniones y sensaciones que dejó este curso a compañeros y compañeras que participaron de él:
“Una grandiosa idea, soy profesor de ciencias sociales de secundaria, enseño historia a mis alumnos y a partir de ahora, después de haber recibido este curso, no creo volver a enseñar igual que antes. Los profesores de historia de los colegios aún desconocen la importancia de la mujer en el proceso de la historia de la humanidad, muchas gracias” Arturo Jara, docente de Historia.
“El curso feminismo y socialismo me permitió entender mejor qué significa ser feminista hoy en día. A reconocer que las mujeres pertenecemos a esta lucha para lograr nuestros derechos que en teoría aparecen, pero en la práctica sucede lo contrario. El feminismo como el socialismo son mal entendidos y muchas veces tergiversados por la mayoría de personas que desconocen, este curso me permitió conocer el verdadero Feminismo y Socialismo de la cual me siento parte” Pilar Melisa, docente de literatura.
“El curso me pareció una gran iniciativa que impulsa a la indagación e investigación, a leer un poco más y a compartir. Además, ha sido un espacio abierto de formación y debate que permite abordar la reflexión en un mundo donde vivimos varias crisis que expresan la inviabilidad del sistema. Y espero tengan planeado desarrollar más reuniones de este tipo a futuro” Yoisy Jiménez estudiante de Psicología.
“El curso me pareció interesante, además de una fuente de información que representa nuevos conocimientos para quienes no saben acerca del tema o un pensamiento de crítica que abre un debate entre diferentes perspectivas y permite la reflexión de nosotras mismas para unirnos por una causa y entender que podemos hacer por nuestra sociedad desde nuestra condición de estudiantes, mujeres o trabajadoras” Luz Coila, estudiante de Literatura.
“Me pareció un excelente curso, pudimos aprender que los derechos como el voto se ha conquistado producto de la lucha y organización de las mujeres. Por ejemplo, en nuestro país es en el gobierno de Manuel A. Odria en 1956 que las mujeres votamos por primera vez. En la tercera clase cuando se habló sobre la revolución rusa vimos que después de este hecho las mujeres conquistaron grandes avances como el derecho al voto, a la educación, se legalizó y despenalizó el aborto, se crearon guarderías entre otras cosas que la historia oficial no nos cuenta. Me gustó porque pudimos aclarar conceptos como patriarcado, capitalismo, socialismo y poder entender correctamente que significan, hablamos de los diversos feminismos y sus objetivos” Lucia Janampa, estudiante de Literatura.
“Muy interesante, se tocaron temas sobre el socialismo que la prensa nos lo pinta de una manera totalmente diferente. Aprendimos a reconocer los tipos de feminismo que actualmente existen y que encierran muchas diferencias en sus estrategias. Es fundamental crear las condiciones para abarcar más temas sobre la lucha de clases a través de talleres, charlas y debates, compartidos con la juventud, estudiantes, mujeres y sobre todo la clase obrera” D’anyelo Ramos trabajador agrario.
“Me pareció un espacio propicio para sentirte y hablar con el corazón. Creo que es bueno que las mujeres se agrupen y encuentren espacios de diálogo y unión. Particularmente la pase bien. Es bueno hablar de temas que suceden a todas y sobretodo saber que no estamos solas en esta lucha. Aplaudo y me alegro de haber formado parte de la organización y vamos a buscar más espacios así, más momentos para nosotros y por nosotras de manera independiente del estado” Sofía Pezo, egresada de periodismo.
“El curso fue realizado desde el inicio con muchas expectativas, ya que en la universidad no hay espacios de discusión sobre los temas que pueden plantearse desde una perspectiva de género y clase, somos conscientes de que vamos a contracorriente, ya que el sentido común, los estereotipos y la moral conservadora es lo que prima en los estudiantes, sin embargo tenemos las cosas claras para poder abrir camino y organizarnos ante la violencia machista, la opresión y explotación en la que vivimos” Zelma Guarino, estudiante de Agronomía. |
