Desde este diario venimos haciéndonos eco de la necesidad de volcar a las calles toda la bronca que hay por abajo contra la política del gobierno de Cambiemos, que conjuntamente con el FMI y con la complicidad del PJ, viene hundiendo el poder adquisitivo de los salarios y acrecentando el nivel de pobreza de gran parte de la población.
Los principales referentes del PTS y el Frente de Izquierda, como el diputado Nicolás Del Caño y las diputadas Nathalia González Seligra y Myriam Bregman, en cada lucha, movilización y también en el ámbito parlamentario insisten en que la única manera de pararle la mano a Macri es con un plan de lucha sostenido y una huelga general.
Pero quienes hoy posan de “combativos”, como el Frente Sindical para el Modelo Nacional que lideran Hugo Moyano, Sergio Palazzo (Sindicato Bancario) y Ricardo Pignanelli (Smata), junto a la CTA que se suma, antes que luchar prefieren llamar a los trabajadores a un rezo ecuménico a la Basílica de Luján, símbolo por excelencia de la Iglesia católica.
Iglesia liderada por Jorge Bergoglio, el Papa cuya última acción fue llamar a enfrentar a las centenares de miles de mujeres que peleamos por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. El mismo que nos comparó con los sicarios.
Recordemos que Moyano y compañía en su momento elaboraron un comunicado que se oponía a que conquistemos ese derecho democrático.
Esto sin mencionar a la CGT, que ahora hablan de un posible paro de 36 horas pero para cuando ya se haya aprobado el presupuesto donde se plasma ese ajuste criminal del Gobierno hacia el pueblo trabajador. El martes esa CGT fue escenario para la presentación de un libro “provida” con Julio Piumato, el viejo aliado de Moyano, como organizador del evento.
Apropósito de la marea verde, es de destacar que parte de las mujeres de la CTA pretenden ir a rezar pero con pañuelos verdes. Si no fuera trágico, sería cómico.
El color verde en los pañuelos representa la lucha por un derecho elemental a que las mujeres pobres no se mueran por abortos clandestinos. Esos pañuelos hoy se pueden ver colgando de las mochilas de jóvenes, al que le suman el pañuelo naranja de la lucha por la separación de la Iglesia del Estado. Los sindicatos dirigidos por el kirchnerismo y el FpV pretenden mezclar esos colores con el celeste, el que simboliza la reacción de parte de las iglesias católica y evangélicas.
El llamado a ir a rezar a Luján, a muchas trabajadoras estatales y docentes nucleadas en la CTA les hizo mucho ruido. Aún a las que sostienen políticamente esa afiliación. Por eso muchas trabajadoras este sábado no peregrinarán a Lujan.
La carta abierta a trabajadoras y sindicalistas feministas, que lanzaron las trabajadoras nucleadas en el Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC), solo recibió un silencio de radio por parte de mujeres que ocupan puestos de dirección en sindicatos que conforman la CTA.
Esa política es sinónimo de darle la espalda al profundo significado de la monumental marea verde que colmó las calles argentinas, que entendió que los derechos no se mendigan y se conquistan luchando.
Lejos de los rezos pero cerca de mostrar voluntad de lucha para enfrentar a la derecha, este sábado el Frente de Izquierda convoca a la embajada de Brasil para repudiar al ultraderechista Jair Bolsonaro. Es parte de esta convocatoria la Coordinadora de Hinchadas Antifascitas, que también llama a concentrarse a las 15 en la Embajada de Brasil (Cerrito 1350 de la Ciudad de Buenos Aires).
En Argentina quienes hoy estarán rezando en Luján no apoyan a Bolsonaro, pero al igual que el PT brasileño solo concentran su fuerza en una estrategia electoral. Ya se demostró, en el país hermano, cómo esa política (que va de la mano de aceptar pactos coloniales con el FMI y Estados Unidos) le abrió la puerta al avance de la derecha.
Por eso la convocatoria a repudiar y luchar contra la derecha, acompañando las movilizaciones de Brasil, respondiendo al llamado del movimiento Ele Não (que serán parte de concentraciones y marchas en varios países de nuestro continente), es una convocatoria independiente de la política del PT, a quienes el Movimiento Revolucionario de los Trabajadores de Brasil -organización hermana del PTS- llama a votar críticamente.
Son ellos o nosotros. Ellos son el establishment, las fuerzas políticas oscurantistas que detentan una ideología reaccionaria, el ejército y la iglesia evangélica, de gran peso político y económico en Brasil.
Este sábado habrá dejado una lección: o caminar rezando esperando milagros o luchar en serio para enfrentar a la derecha y pararles la mano a los saqueadores del pueblo trabajador. | 
