Cambiemos y el PJ, junto a otros bloques provinciales, discuten hasta último momento la letra chica del Presupuesto 2019, para que pueda lograrse dictamen de comisión este martes y tratar de aprobar el proyecto el miércoles 24 en el recinto.
Este viernes se reunirá el directorio del FMI para aprobar el acuerdo firmado con Argentina. El gobierno de Macri busca obtener la media sanción del Presupuesto como una señal hacia la cúpula del organismo.
Precisamente, una de las exigencias del FMI es que ese presupuesto del déficit cero, que contiene una reducción con respecto al del año pasado de un poco más de $358 mil millones y donde la deuda pública para fines de este año representará la friolera de casi un 90% del PBI nacional, sea acordado con la oposición. Es decir, que estuviera sostenido por los principales partidos de esta democracia para ricos.
Para que esto sea así, el Gobierno aceptó rediscutir el artículo 53 del proyecto presentado, que habilitaba al Ejecutivo a negociar nuevos canjes de la deuda en favor de los acreedores internacionales, sin necesidad de pasar por el Congreso Nacional.
El artículo en cuestión establecía que el “Poder Ejecutivo Nacional podrá realizar operaciones de crédito público para reestructurar la deuda pública y los avales otorgados en los términos de los Artículos 62 y 64, mediante su consolidación, conversión o renegociación, atendiendo a las condiciones imperantes del mercado financiero”.
Este artículo fue abiertamente cuestionado por la oposición. Si en ese apartado el proyecto no se refería a las emisiones habituales de deuda –en las que el macrismo acumula un denso historial- entonces se estaba proponiendo que el Ejecutivo pudiera hacer importante reestructuraciones, al estilo megacanje, sin aprobación parlamentaria y el favor de los grandes especuladores.
La normativa vigente establece que toda renegociación es que implique una ventaja para el país. La genérica definición de "atendiendo a las condiciones imperantes del mercado financiero” abría la posibilidad de acordar en ventaja para los grandes especuladores.
Frente al gobierno, el peronismo y el kirchnerismo presentan como una gran ventaja que una operación de ese tipo pase por el Congreso. Sin embargo, el historial de los canjes y renegociaciones de la deuda más bien muestra lo contrario. Y esto no es un problema propio del macrismo.
Recordemos que a fines del ciclo kirchnerista se sancionó la “Ley de Pago Soberano. Reestructuración de deuda”, que intentaba legitimar las renegociaciones previas con los fondos buitre en el marco de las imposiciones del juez Griesa. La marcha peronista coronó esa madrugada la entrega de millones de dólares para pagar una deuda que podría haber ido, por ejemplo, a aumentar la AUH (Asignación Universal por Hijo). En aquella época, para el kirchnerismo había fondos buitres “buenos y malos”. Por supuesto, se optó por pagarle a los "buenos".
La misma CFK llegó a reivindicar –en cadena nacional- haber sido “pagadores seriales” y no faltaba a la verdad. Solo en sus gobiernos se pagaron U$S 200 mil millones.
Con Macri como presidente, el Congreso aprobó la negociación abierta con los fondos buitre. Con la colaboración activa de todo el peronismo, a fines de marzo del 2016 se aprobó el pago a los grandes especuladores internacionales que habían presionado sobre el país de manera permanente.
Más allá de las tensiones entre peronistas y macristas, ambos sectores políticos comparten privilegiar el pago de la ilegal y usuraria deuda externa. El conjunto del Presupuesto 2019 está estructurado sobre garantizar el pago de la deuda pública en detrimento de la salud y la educación.
Precisamente por eso, para el conjunto de la población trabajadora es imperioso que se deje de pagar esa deuda usuraria e ilegal que el pueblo no contrajo.
Estamos asistiendo a un gran acuerdo entre gobernadores, el PJ y Cambiemos -con un kirchnerismo que solo piensa en con quién unirse y juntar votos para el 2019- para habilitar un Presupuesto Nacional armado para ajustar al pueblo trabajador.
Como denunciara el diputado Nacional del PTS/FIT Nicolás Del Caño, quienes den quórum para esa sesión “serán parte del pacto contra el pueblo que sellaron Macri, los gobernadores y el FMI” y llamó a movilizarse para enfrentar un nuevo saqueo. |