Una pareja fue echada de Accademia della Pizza, pizzería ubicada en Scalabrinni Ortiz y Avenida Santa Fe, en Palermo. El encargado había argumentado que se trataba de un ambiente familiar, donde tenían que comportarse –es decir, según él, no estar uno cerca del otro-.
La pareja, ante esto, respondió que elles también eran familia y decidieron irse. Posteriormente los persiguió el encargado junto con un cocinero y dos mozos. Separaron a ambos y a uno de ellos le pegaron en la cara y en la espalda. Aparentemente, parte del disciplinamiento incluía no negarle bajo ningún punto la ganancia al capitalista y por ello escoltaron a la pareja a un cajero automático para que emitieran el pago correspondiente a lo gastado en la pizzería. Mientras, tampoco se ahorraron agresiones verbales y amenazas.
Los agredidos, según expresó uno de ellos, habrían presentado luego la correspondiente denuncia en la comisaría.
“El odio en sus caras era tan obvio como el ataque conservador que los habilita”
Al salir de la comisaría, el miedo todavía les acompañaba. Quizás no como un resabio del ataque sino por sospechar de la esterilidad de la denuncia. Finalmente –seguramente más por el descontento expresado en redes sociales y un evento en Facebook que con rapidez acumuló un gran número de asistentes- el dueño de la pizzería habló públicamente ante las cámaras de televisión pidiendo disculpas anunciando que había sido despedido el encargado y suspendidos los otros tres empleados.
Como señalaba uno de les denunciantes, hay un ataque conservador que los habilita o, mejor dicho, un envalentonamiento de la reacción. En Brasil, por ejemplo, también se expresa aunque de un modo mucho más cruento y con saldos más preocupantes ¿Todo esto se frena sólo con denuncias, con el castigo a cuatro homofóbicos?¿El proto-fascismo en Brasil que bien puede obviar la frontera y contagiar a Argentina, se combate votando solamente?
“Se supone que nos tenemos que creer que con el gayfriendlismo alcanza”
Así cerraba su denuncia pública vía Facebook uno de los agredidos. Evidentemente la ley de matrimonio igualitario y la ley de identidad de género son, desde hace años, conquistas que el feminismo y colectivo LGTBIQ puede ya adjudicarse pero el hecho que sigan existiendo este tipo de ataques homolestrasfóbicos pone de manifiesto nuevamente que la igualdad ante la ley no es igualdad ante la vida.
Durante el kirchnerismo se conquisto la Ley de Identidad y la Ley de Matrimonio igualitario, sin embargo la igualdad material no llegó a la vida de la diversidad sexual. Los ataques homofòbicos se siguen sucediendo, las personas trans tienen un promedio de vida de 35 años y sigue habiendo una casi nula inserción laboral para las personas transexuales, travestis y transgéneros por ello seguimos peleando por el cupo laboral trans.
Tomás Máscolo, militante del PTS dijo: "En ese sentido también se hace necesario pelear la separación de la Iglesia del Estado. Los Gobiernos siguen financiando con millones a esta insituciòn, siguen pagando una deuda ilegítima en vez de invertir en salud, educación y vivienda. Este sábado hay que ir a la pizzería, hay que ganar las calles de forma independiente a cualquier Institución o Gobierno que banque la opresión".
Todo esto expresa una vez más la necesidad de la implementación de la educación sexual integral laica, gratuita y de calidad en todas las escuelas desde Preescolar inclusive para acceder no a una educación cis-heteronormativa sino una educación que enseñe a respetar a las distintas orientaciones sexuales e identidades de género. |