Arqueologos de la UNCuyo confirmaron que los restos óseos hallados en las finca donde vivía Johana Chacón, corresponden a huesos humanos. Esta evidencia, que podría ser clave en el juicio, había sido recolectada por la Policía Científica apenas una semana después de la desaparición de Johana en 2012, pero nunca había sido peritada por la justicia provincial.
Los resultados fueron presentados como evidencia en el juicio que se está desarrollando y que tiene como único imputado a Mariano Luque, quien ya fuera condenado por el asesinato de Soledad Olivera.
Esta confirmación deja en evidencia la dilación y falta de investigación de la justicia provincial, que demoró 6 años en poder confirmar esto que podría ser clave para la investigación. Esto había sido denunciado por la antropóloga forense Celeste Perosino, quien denunció mala praxis en la investigación, ya que hace dos años entregaron a la Justicia otras evidencias halladas en la finca donde vivía la adolescente y que nunca fueron analizados por ningún perito.
Te puede interesar: Juicio por Johana: Beatriz Chacón declaró que su hermana fue asesinada por Luque
Si bien los huesos encontrados fueron calcinados, por lo que no se los puede someter a un análisis de ADN para confirmar si son del cuerpo de Johana, por el lugar donde fueron hallados y su estado de carbonización refuerzan el relato de su hermana, quien aseguró ver a Luque quemar el cuerpo de la joven lavallina en ese lugar y luego trasladar los restos a un lugar desconocido.
En la audiencia, los profesionales explicaron a los jueces la metodología que utilizaron para analizar los restos y confirmar que son humanos y no de animales. Luego, explicaron como determinaron que uno de los restos correspondía a un metatarso y que este hueso posee carcaterísticas distintas en las personas adultas que en los niños, por lo que determinaron que se trata de restos de un adolescente.
Johana, emblema de la lucha contra la violencia hacia las mujeres
Johana Chacón estudiaba en una escuela del departamento de Lavalle y fue vista por última vez el 4 de septiembre de 2012, en la puerta de la finca donde vivía con su hermana. Desde ese momento, sus maestras se organizaron y comenzaron a denunciar su desaparición, convirtiendo la causa por la aparición de Johana en un reclamo provincial que se expresó en decenas de movilizaciones.
El único acusado como responsable por su desaparición y muerte es Mariano Luque, ex pareja de la hermana de Johana, quien ya cumple una condena de 12 años de cárcel por el asesinato de Soledad Olivera. |