El martes a las 8 de la mañana una mujer junto a su hija discapacitada se apostaron en el primer piso de la Municipalidad de Concordia, a la espera de ser atendidas por el intendente Enrique Cresto (PJ). Su reclamo, según testigos del hecho, era muy puntual: quería que le restituyeran a su hija la porción de comida que la intendencia le sacó de un comedor barrial.
Cerca del mediodía, en una de la oficinas contiguas, varios jefes policiales mantenían una reunión con funcionarios del Poder Ejecutivo comunal. La mujer llevaba cuatro horas de espera sin respuestas y en un momento, lógicamente, decidió hacer oír su reclamo a viva voz.
Según algunos medios locales, la mujer de nombre Lorena se puso muy nerviosa y tanto la secretaria privada del Intendente como personal de “seguridad” del Municipio llamaron al Comando Radioeléctrico de la Policía de Entre Ríos mientras algunos oficiales que estaban en la reunión salieron a ver qué pasaba. La versión oficial es que la mujer “rompió vidrios” de vitrinas, algo que hasta el momento no fue demostrado.
Según testigos Lorena fue “arrastrada de los pelos” y, como muestra el video registrado en el lugar, terminó detenida junto a su hija luego de ser violentada por efectivos masculinos que intentaron “reducirlas”.
Producto de ese ataque uniformado, un empleado municipal intentó convencer a los policías de que no fueran tan inhumanos con las mujeres. Como respuesta, lo detuvieron violentamente también a él, como muestra el video. Se trata del hijo de Rafael Blanco, director de Cultos de la Municipalidad.
Según el discurso policial, entre los presentes estaba el subjefe de la división Operaciones de la fuerza y habría sido golpeado por el empleado, por lo cual se decidió detenerlo.
Como se ve en el video, Blanco (de 27 años) grita desde el suelo que si intervino fue porque no podía permitir la agresión de que estaban siendo víctimas ambas mujeres, madre e hija.
Al ver que estaba siendo detenido, Rafael Blanco quiso salir en defensa de su hijo pero también terminó siendo detenido y llevado a la comisaría por “atentado y resistencia a la autoridad y amenazas”.
La respuesta violenta y criminalizadora del Estado (aún en sus expresiones menores como una intendencia) es cada vez más evidente en un contexto de mayor pobreza y ajuste. Y, como se ve, no es patrimonio solamente del macrismo. El intendente Cresto es peronista y su familia es una usina de dirigentes del PJ desde hace décadas.
Si macrismo y peronismo quieren arreglar a los golpes los reclamos de comida de los pobres, habrá que resistirlo. |