Desde su aparición mediática como diputado, el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro ha dejado en claro que su vocación está en defender los intereses de un grupo minoritario de la sociedad, que amparado por el Estado y la Iglesia justifica discursos de odio en contra de las mujeres, "negros", diversidad sexual, juventud y la clase trabajadora en pos de una supuesta estabilidad económica, la cual solo busca de forma violenta frenar la organización por una sociedad más justa, sin explotación y por el derecho a decidir.
Estudiantes secundarios de las agrupaciones Faíscca de Brasil, No Pasarán de Argentina y Vencer de Chile hacen un llamado a la juventud a organizarse en contra de Bolsonaro y de la avanzada de la derecha por América Latina.
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