Hace un par de semanas se encendieron, una vez más, las alarmas para quienes hacen de la salud un nicho de ganancias: la Corte Suprema (CS) falló a favor de una madre que fue rechazada por tres Isapres (Banmédica, Cruz Blanca y Consalud) por "cargar" con una niña de cuatro años con Fisura Palatina desde el nacimiento. Ella terminó pagando 6 millones y FONASA le cubrió 100 mil pesos.
Esto pone un pie al acelerador a la reforma sobre las Isapres que hace ocho años viene prometida, luego de que fueran declaradas incostitucionales por su rol discriminador: por los altos costos al ser mujer en edad fértil, adulto mayor, menor de 2 años o por el hecho de poseer una enfermedad previa. O pagas mucho o te queda el sistema público.
Sin embargo con la resolución de la CS el mundo empresarial de la salud se ha puesto en alerta ya que temen una migración de enfermos del sistema público, quines padecen largas esperas por atención de especialistas o cirugías. Ante lo que Piñera salió a responder con anuncios sobre el tema.
La derecha, mediante la propuesta de Piñera, propone terminar con la preexistencia (enfermedad previa) entre los afiliados a las Isapres y que estos puedan moverse libremente entre una y otra entidad privada. Lo cual conlleva el riesgo de que algunas se "carguen"de enfermos y otras de sanos y con menos costos para el sistema. La solución de Santelices y Piñera: un fondo de compensación inter-ispares para amilanar esa carga entre las entidades privadas y que reducría las diferencias entre los planes individuales.
A pesar de lo acotado del plan, el empresariado de la salud no está conforme y el presidente de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, aseguró que "el proyecto es demasiado ambicioso, pues cambia el modelo de aseguramiento, no lo perfecciona...resolver la tabla de factores de riesgo...crear un mecanismo de compensación de riesgos".
Ante la posible migración de pacientes FONASA, por el fallo que mencionamos al principio del artículo, en entrevista con Radio Duna afirmó que "salvo que el sistema Isapre reciba una compensación por ellos (por una parte de los enfermos de FONASA)", aludiendo solpadamente a subsidios estatales.
Ante las reformas insignificante de la derecha y su rol pro empresarial y con poco sentido de la solidaridad con las y los trabajadores cuyo bolsillo es angosto ante los problemas de salud; es fundamental expresar nuestro descontento y plantear un sistema universalmente solidario, un Sistema Único, donde la administración de nuestras cotizaciones en salud estén en manos de los mismos funcionarios en un servicio público que cubra a toda la población, gratuito y oportuno sin lucro de las Isapres ni clínicas privadas.
De cara a este 8 de noviembre (Paro Activo Nacional convocado por la CUT) las y los trabajadores de la salud deben plantearse en sus asambleas de base, un plan de lucha concreto ante las reformas de la salud pública y privada que no conllevan más que adecuar el modelo en la medida en que los privados exprimen, en pos de sus ganancias, a la crisis y deuda crónica de la salud pública. |