Las reuniones entre la Conferencia Episcopal y el Gobierno sobre el aporte parcial que dejaría de recibir esa institución, avanzaron lo suficiente como para que el anuncio se haga formalmente durante la semana próxima.
Así se dejó trascender desde la cúpula eclesiástica durante los últimos días. La medida empezó a discutirse hace algunos meses, cuando la Iglesia mostró una enorme injerencia en la política nacional, al manifestarse activamente contra el elemental derecho al aborto.
Recordemos que, días antes que se iniciara el debate por la legalización del aborto, Marcos Peña tuvo que indicar de manera precisa, el presupuesto destinado por el Estado, a la remuneración de los obispos y arzobispos, que al finalizar este año ascenderá a 130.421.300 pesos.
La información brindada por el jefe de Gabinete, sumada a la demanda de Separación de la Iglesia del Estado, que surgió inmediatamente después de que se frustrara la posibilidad de tener la ley por la legalización del aborto, ejercieron presión como para que la iglesia anuncie el inicio de tratativas para renunciar a ese monto.
De todas formas hay que esperar la declaración formal que esta institución planifica hacer la semana próxima. Y aunque es un primer paso, el dinero que dejaría de recibir la iglesia es una ínfima porción de los millones de pesos que el Estado asigna por año.
Desde hace décadas, la Iglesia cuenta con todo tipo de beneficios acordados por parte del poder estatal. Al día de hoy, a pesar del paso de varios gobiernos, siguen vigentes innumerables decretos y normas establecidos por la misma dictadura militar.
En los últimos meses, desde el Frente de Izquierda se ha venido insistiendo en la separación de la Iglesia y el Estado. Al mismo tiempo, se rechaza la fuerte injerencia de esa institución en la educación.
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