Cámara: Magdalena Perdenera
Edición: Jerónimo Perin
Desde enero pasado, trabajadores y trabajadoras profesionales y no profesionales del Hospital Posadas atraviesan un duro conflicto. Desde que Cambiemos asumió la presidencia ya hubo 1.300 despidos, que sumados a la grave crisis sanitaria que atraviesa el Hospital desde hace años por el desfinancimiento de todos los Gobiernos, han afectado la atención de diversas áreas, algunas se han cerrado por no contar con personal. ¿La consecuencia? cientos de trabajadoras y trabajadores en la calle y miles de pacientes sin atención.
Con los despidos se inició un proceso de lucha. Enfermeras, médicos, residentes, pacientes, vecinos del Barrio Carlos Gardel y otros sectores de trabajadores, se pusieron de pie en defensa de la salud pública y los puestos de trabajo.
“Si a mi me llega a pasar algo ya sabemos de dónde viene y quienes son los responsables” sentencia Gisela. La respuesta de las autoridades del Hospital, con la complicidad de ATE Morón, no tardó en llegar: persecución y amenazas.
Gisela Mannoia es médica psiquiatra, hace más de 11 años trabaja en el Hospital Posadas. Hacia años que transitaba el Hospital cuando en el año 2014 la desidia del Estado, y de las autoridades de entonces, se llevó la vida de Emanuel García, un joven camillero que cayó al vacío, junto a un paciente psiquiátrico, cuándo intentaba salvarlo. Ese hecho desató una rebelión en el Hospital.
Hoy, Gisela es caso testigo de la persecución y violencia institucional que la dirección del Hospital ejerce sobre las trabajadoras y los trabajadores que luchan por una salud pública de calidad y en defensa de los puestos de trabajo.
Sufrió amenazas, las denunció, fue desplazada de su cargo y sector de trabajo. En un comunicado difundido por este medio se solicita "la mayor solidaridad por parte de la comunidad, organismos de derechos humanos, sindicatos, diputados nacionales y profesionales, organizaciones políticas y sociales, centros de estudiantes, entre otros. Para enviar adhesiones de solidaridad: [email protected]”.
Gisela Mannoia habló con La Izquierda Diario sobre la violencia institucional que viene sufriendo, la crisis de la salud pública y las consecuencias del presupuesto de ajuste. “La salida está en las calles” asegura.
Aquí sus principales definiciones:
“Hace un mes tuve que hacer una denuncia en la Fiscalía de Morón, porque me agredieron física y verbalmente. Me amenazaron, personal de seguridad del Hospital. Después de hacer esa denuncia me corren de la jefatura del servicio. Ponen de jefa a una compañera nuestra con la cual yo tuve una discusión muy fuerte porque creo que tiene relación con los despidos. Después de eso directamente me sacan del servicio de psiquiatría, me aíslan, violencia institucional ¿no?, y me ponen a trabajar en la guardia de salud mental”.
“La Cicop y el STS, están apoyandome, no estoy sola en en esta lucha”.
“ATE Morón es una vergüenza la verdad, sabemos que la gente que vino a apretarme esta con ese gremio al igual que la nueva jefa del servicio de psiquiatría. Es la que anda diciendo que ando en cosas raras, que me queda poco. No se que qué querrá decir, si atender a los pacientes y salir a contar la verdad en los medios, es andar en cosas raras. No sé. Yo lo único que se es que está gente, tanto los directivos como los cómplices, son capaces de hacer cualquier cosa, y si a mi me llega a pasar algo ya sabemos de dónde viene y quienes son los responsables”.
Gustavo Javier Bahut, supervisor de vigilancia, quién junto a Federico Boto, jefe de seguridad, ambos miembros de la vigilancia del Hospital Posadas, amenazaron a la doctora.
“En psiquiatría estamos teniendo graves problemas con los pacientes, con descompensaciones muy severas, están llegando a la guardia todos los pacientes que se quedaron sin atención, que son alrededor de 1.000. La guardia está totalmente saturada, no hay lugar donde atender a los pacientes, tampoco tenemos donde derivarlos, entonces se los tiene que admitir de cualquier manera”.
“En el último tiempo, despidieron a 5 médicos psiquiatras y a una psicóloga”.
“El sector de psiquiatría esta hace años en el séptimo piso, lo contás y nadie te lo cree. Antes que pasará lo de Emanuel, quince días antes, otro paciente se había tirado desde una ventana. Esto no salió en los medios. Como está funcionando ahora el servicio es lamentable, quedan dos psiquiatras nomas atendiendo en el séptimo. La guardia de salud mental tiene una infraestructura muy peligrosa, está hecha de durlock, no tiene salida de emergencia, tiene cables colgando por todos lados. Los pacientes no tienen lugar dónde bañarse, se bañan con una pava eléctrica”.
“El recorte que se viene es criminal. Porque va a resentir mucho lo que es la salud pública. Tengo entendido que quieren implementar la CUS, empezar a cobrarle a los pacientes para que puedan atenderse. Este es un modelo neoliberal, de derecha, que va en contra de todo lo que sea público, la salud, la educación, los derechos de los trabajadores”.
“Yo creo que van a seguir con el ajuste, creo que van a venir más despidos ó quizá nuevos tipos de contratación. En diciembre se terminan los contratos de la gran mayoría, que somos contratados, tenemos contrato 48. Hay que ver que pasa ahí. Si renuevan, si nos cambian el tipo de contratación. Va estar muy complicado”.
“Este Gobierno, esta gobernando para un sector muy privilegiado de empresarios. Y ahora directamente le entrega todo el país al FMI. Las decisiones las toman allá en el norte y el presidente simplemente es el ejecutor de esas decisiones”.
“Creo que la gente tiene que empezar a tomar conciencia de lo brutal que es este presupuesto, hay que salir a la calle a reclamar. Tiene que salir todo el pueblo”. El pasado 24 de octubre cuando el Presupuesto 2019 se trató en Diputados “se vio mucha gente pero bueno, faltaron gremios, sindicatos. Ya la sabemos ¿no? Fueron a rezarle a la Virgen y no fueron a ponerse ahí donde tenían que ponerse. Yo creo que la lucha está en las calles, de eso se trata”. |