Grupos de civiles estadounidenses armados acampan en la frontera con México para “ayudar” a los militares desplegados y a la Patrulla Fronteriza a evitar el ingreso de migrantes centroamericanos, que se dirigen en distintas caravanas hacia Estados Unidos.
Se espera la llegada de más milicias que, según informa Sin Embargo, citando a The Washington Post, “están empacando refrigeradores y carpas, engrasando rifles y afinando aviones no tripulados; planean formar sus propias caravanas y arrastrar a las tropas estadounidenses hasta la frontera”.
Esta es la respuesta de sectores radicales de derecha en Estados Unidos ante las advertencias y alarmas lanzadas en días pasados por Donald Trump, para quien los migrantes centroamericanos constituyen una amenaza a la seguridad estadounidense.
Además de una discurso de criminalización y odio contra los migrantes, la política de Trump incluye el despliegue de 7 mil efectivos militares -que pueden llegar a 15 mil- en la frontera para reforzar a los 2 mil 100 efectivos de la Guardia Nacional que ya están apostados en la zona.
El inquilino de la Casa Blanca ha declarado que los migrantes que intenten ingresar a territorio estadounidense serán encarcelados por largo tiempo. Lo anterior, tras una primera amenaza de abrir fuego contra las personas que aventaran piedras, de la cual retrocedió.
Entre las milicias civiles que arribarán a la frontera, conformadas por rancheros de Texas, Oregon e Indiana, se encuentran los Minutemen, un grupo caracterizado por dedicarse a la caza de migrantes, muy activo desde la presidencia del “deportador en jefe” Barack Obama, del Partido Demócrata.
Activistas de derecha se han dedicado a recolectar miles de dólares por internet para financiar a estos grupos armados.
El incremento en las acciones de individuo fanáticos y grupos de extrema derecha en Estados Unidos ha venido de la mano de las políticas xenófobas y racistas impulsadas por Trump, que fueron parte de la retórica nacionalista que lo llevó a la presidencia y que ahora utiliza con la intención de consolidar el voto de su base conservadora para las elecciones intermedias, a realizarse mañana, en las que el Partido Republicano se juega su mayoría en las cámaras del Congreso.
La movilización de civiles armados a la frontera entre México y Estados Unidos se produce en un clima de alta polarización social y violencia política durante la recta final de la campaña electoral.
El éxodo centroamericano es causado por la miseria y la violencia que se vive en la región, detrás de las cuales está la injerencia del imperialismo estadounidense.
Mientras han comenzado a arribar a la Ciudad de México integrantes de la primera caravana migrante, otras dos se encuentran transitando por el sur del país.
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