La activista que sufrió el ataque circulaba en su moto por la ruta provincial número 7 y fue detenida en un control policial. En el relato, la damnificada contó que luego de presentar los papeles de su moto, el agente policial que no se identificó en ningún momento, le dijo que le resultaba conocida su cara por haberla visto en el acampe maderero y que “se alegraba” de que el conflicto se hubiera resuelto. Luego se dirigió al móvil policial. Minutos después llega otro patrullero con una mujer policía a bordo que la baja por la fuerza y le retienen la moto. En ese momento la detienen y la trasladan a la comisaría número 20 del parque industrial de Neuquén.
Los efectivos policiales no se identificaron en ningún momento, no aclararon por qué se la detenía y tampoco a dónde la llevaban. En la comisaría se la mantuvo incomunicada, fue nuevamente golpeada y luego de negarse a firmar una declaración para avalar el accionar policial, fue nuevamente trasladada a la comisaría primera, donde fue obligada a desnudarse frente a tres efectivos y fue revisada por una médica.
Una vez finalizada esa instancia la vuelven a llevar a la comisaría 20 donde permaneció cuatro horas más hasta que fue liberada.
En el día de hoy distintas organizaciones sociales y políticas se hicieron presentes junto a la militante en la fiscalía donde erradicó la denuncia. Repudiaron el accionar de la policía, y se solidarizaron con la militante. En las declaraciones de quienes estaban presentes quedó claro que las responsabilidad es del gobierno provincial y de la policía, que cuenta con el antecedente de haber reprimido en el acampe maderero y que aún mantienen archivada esa causa. Todas las organizaciones presentes exigieron que se clarifique de inmediato lo ocurrido y que se detengan a los responsables de la detención ilegal de la militante social. |