#ConMishijosNoTeMetas es la consigna que decidieron lanzar hace algunas semanas los militantes antiderechos y conservadores que pretenden tumbar el proyecto de Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas del país y también de la provincia de Santa Fe.
Como ya nos tienen acostumbrados desde el debate por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, las organizaciones impulsadas por la Iglesia, mal llamadas “pro-vida”, han desplegado una campaña de miedo y mentiras sobre la ESI. Con el odio que los mueve oponerse a derechos elementales como la legalización del aborto, la identidad de género, la educación sexual, entre otros, han desplegado una peligrosa campaña de tergiversación sobre la educación pública.
Hace algunos se conocía el cuestionario de una escuela en San Justo donde se pide a los niños y niñas responder con “verdadero o falso” si es posible curarse de la homosexualidad, si las decisiones sobre el cuerpo de una persona puede tomarla ella misma o si deben hacerlos otros, etcétera. Mientras en otras escuelas se enviaron invitaciones a marchar "contra la ideología de género". Un verdadero reverdecer de las ideas más retrógradas. No casualmente, son los mismos que han militado en contra del derecho al aborto legal, haciendo lobby en el Congreso, apoyándose en los senadores más conservadores para que la ley no salga, desoyendo la voz de millones de personas, en particular mujeres, que pedían la legalización.
Por si no quedara claro cuál es la ideología de estos grupos“anti-derechos” podemos ver el mensaje que han desplegado en las redes sociales con la imagen del derechista brasilero Jair Bolsonaro, festejando su victoria y difundiendo el hashtag #GéneroNuncaMás.
No nos sorprenderá que dichos grupos salgan a impedir la implementación de la ley, si es el mismo Papa quien llama nazis a las mujeres que se movilizaron por el derecho al aborto, el mismo que llamó a emprender “una guerra santa contra el matrimonio igualitario”. Si miramos a los costados se podrá decir que no están solos, se apoyan en quienes colaboran en instalar que las mujeres y los jóvenes no tenemos derechos sobre nuestra sexualidad- aquí podemos recordar al diputado del Frente Progresista Luis Contigiani que votó en contra la legalización del aborto.- También podemos asumir que si la Iglesia hoy sigue intentado meterse en la vida y la “cama” de las personas es gracias a un sustento material que le brinda el mismo Estado, como los 13 millones de pesos que se destinan en la provincia de Santa Fe a los sueldos de los obispos.
No se dejan amedrentar
Desde la Asamblea permanente por la ESI en Rosario han divulgado un audio para desmentir que se imponga una ideología en las escuelas, y explicaron que, al contrario, se trata de la defensa de una educación que permita a todo el alumnado ser informado y poder tener el poder de decisión sobre su sexualidad en base a lo dispuesto en la Ley Nacional 26.150.
Docentes de la Agrupación Marrón de Amsafe Rosario son parte de quienes exigen la aprobación e implementación de la ley de ESI en la provincia de Santa Fe. Al respecto el referente Franco Casasola explicó que “desde el año 2008, que comenzó a implementarse el programa a nivel provincial, Lifschitz y el peronismo han cedido al lobby de la Iglesia, recibiéndolos en el Senado provincial y permitiendo que expresen sus preocupaciones frente a la ley”.
El docente expuso: “Desde el PTS y el Frente de Izquierda rechazamos cualquier injerencia religiosa en los planes educativos que consideramos deben ser debatidos y definidos exclusivamente por las organizaciones gremiales, les estudiantes y la comunidad educativa. A la vez que impulsamos a nivel nacional junto a Nicolás del Caño el proyecto de separación de la Iglesia del Estado”. Y agregó: “El gremio docente no puede mirar desde afuera este debate, o limitarse a pronunciamientos desde las directivas, sean la provincial o las departamentales. Cada seccional y la provincial misma deben ponerse a la cabeza de contrarrestar la injerencia de las iglesias en la educación, estando al frente de cada reclamo, ya que los sectores fanáticamente anti derechos no sólo hacen lobby sino que también amedrentan y amenazan a la docencia que quiere desarrollar la aplicación de la ESI con criterios científicos". | 
