6 de Noviembre de 2018
Estimada comunidad:
Estamos viviendo un difícil momento, sin duda el peso emocional, la incertidumbre e inseguridad han sido lugares comunes en los presentes días. La decisión arbitraria de la Corporación e Inmobiliaria S.A Winterhill que prefirió hipotecar el futuro educacional de una comunidad completa sacudió a todos. Esta decisión nos obligó a modificar nuestras rutinas y proyecciones, poniéndonos en guardia y en alerta pese al dolor.
La dictadura no cerró nuestro colegio, estamos convencidos de que tampoco lo hará la educación de mercado en la que el sistema económico nos tiene inmersos, han aflorado con mayor fuerza los valores en los que se cimienta nuestro proyecto educativo. Lo remarcamos, la unidad, la solidaridad y la empatía han demostrado que la educación y el colegio lo hacemos todos. Es desde ahí que queremos hablarles.
Bien sabemos que este proyecto educacional se levantó como un grito de resistencia en plena dictadura militar, para brindar un resguardo a decenas de niños, niñas, adolescentes y sus familias en los tiempos de terror, generando un espacio de amor, protección, libertad e integración, demostrando que podemos relacionarnos de otra manera. Por su historia y por la convicción que estas últimas semanas ha demostrado nuestra comunidad, hoy más que nunca creemos que nuestro colegio no debe ser cerrado.
Esta carta tiene el objetivo de hacer un llamado a no bajar los brazos. No podemos prometerles que esta lucha está ganada o que la victoria está asegurada. Les dejamos a otros la mentira y los cantos de sirenas. Lo que sí podemos prometer es que haremos todo lo que esté en nuestras manos para defender este proyecto y estamos convencidos de que saldremos airosos de esta crisis, y más unidos que nunca.
Los llamamos con voz clara a no abandonar este proyecto, a no retirar a sus hijos del colegio Winterhill, a permanecer activos en las distintas comisiones y en las discusiones que nos llevarán a proyectar el futuro que como comunidad debemos trazar. Este llamado lo hacemos desde una convicción profunda en que lograremos salir adelante.
Agradecemos todos sus gestos de apoyo, su preocupación, su pronta capacidad de organización y autonomía, su lucha en la calle; es así como sin duda seremos imparables. No necesitamos corporaciones privadas, ni sociedades espejo, hablamos desde la profunda convicción que somos la comunidad winterhilliana la más interesada en salvar este proyecto, por eso apuntamos a nuestra propia gestión. Para nosotros esta lucha contra el sistema mercantil e individualista también es educar.
El sueño de construir una nueva educación es ahora. Si nos mantenemos todos unidos y movilizados, tenemos más posibilidad de ganar no solo un colegio sino un espacio de dignidad.
¡EL WINTERHILL NO SE RINDE, NO SE CIERRA NI SE VENDE!
Sindicato de trabajadoras y trabajadores Winterhill |