Este artículo fue publicado originalmente en el sitio Left Voice, de la Red Internacional La Izquierda Diario
La histórica victoria de mujeres y personas de otras minorías en las elecciones de medio término se produjo a pesar de los esfuerzos concertados para impedir o desalentar la participación electoral de ciertos grupos sociales o étnicos. Estas maniobras, conocidas como voter suppression o anulación de votantes se denunció en todo el país en grados impactantes en los meses previos a las elecciones de 2018.
El día de las elecciones estuvo lleno de desafíos para los votantes. Los obstáculos para minorías clave eran evidentes en Dakota del Norte, Georgia, Florida y otros lugares. Luego estaban los innumerables problemas técnicos que detuvieron la votación en varios lugares de votación en todo el país.
Las largas filas obligaron a los votantes a esperar durante horas hasta que finalmente se dieron por vencidos y muchos se retiraron. Las máquinas para votar se rompieron a las 8:30 a.m. en uno de los lugares de votación de Brooklyn, según el medio GroundTruth Project.
A los votantes de Florida se les dijo que sus nombres no estaban en la lista de votantes registrados y que "tendrían que regresar la próxima vez". A otros se les dijo que sus firmas no coincidían con sus registros.
A pesar de que se inhabilitó a muchos votantes en el estado de Florida, los ex convictos obtuvieron el derecho a votar en una amplia aprobación de la Enmienda 4. Las mejoras en el registro de votantes también se aprobaron en Maryland, Nevada y Michigan.
Otros estados votaron en la otra dirección, incluyendo Arkansas y Carolina del Norte, donde se reforzaron las leyes de identificación de votantes con más restricciones.
Los informes de todo el país acerca de las elecciones de medio término mostraban a un país en guerra consigo mismo. Algunos han cuestionado el impacto real que tiene la anulación de votantes en el conteo final, pero los números hablan por sí mismos. Los ejemplos más conocidos incluyen al candidato a la gobernación de Georgia, Brian Kemp, quien, como Secretario de Estado de Georgia, ha trabajado constantemente para desalentar o impedir el voto negro en el estado desde 2010. Kemp ganó por menos de 65,000 votos, esto le da 53,000 que votantes fueron privados de sus derechos, ya que se le dio a la ley de Kemp de"coincidencia exacta" mucha más importancia.
De manera similar, el candidato que derrotó a la demócrata Heidi Heitkamp para el senado está a favor de las leyes de identificación de votantes en North Dakota. Los nativos americanos se apresuraron a organizar y reunir direcciones que cumplieran con las demandas escandalosas de una disposición clave del requisito de identificación de votantes. Activistas conocidos por desafiar la brutalidad de la fuerza policial en Standing Rock durante los meses de manifestaciones contra el Dakota Access Pipeline en 2016-2017, se organizaron nuevamente para registrar a sus comunidades para votar. El estado permanece rojo (color que simboliza a los republicanos).
Los resultados de la elección intermedia de 2018 fueron mixtos. Los demócratas recuperaron la mayoría en la Cámara de Representantes y los republicanos aumentaron su fortaleza en el Senado en un escaño. Mujeres, personas pertenecientes a distintas minorías, musulmanes, personas abiertamente homosexuales, nativos americanos y una somalí estadounidense fueron elegidos para el Congreso, llenando el poder legislativo con un número récord de mujeres y minorías.
Habiéndose tratado de maniobras por parte de los gobiernos estatales republicanos para suprimir el voto que les resultaba desfavorable, las largas filas o las máquinas defectuosas, la votación no fue fácil en esta elección de medio término. Es una demostración de que los votantes se preocuparon y estaban dispuestos a esperar, a resistir la lluvia, a pedir boletas provisionales cuando fueron rechazadas. También reveló la grave situación en que se encuentra la democracia estadounidense. Si bien la elección de mujeres y minorías es motivo de celebración, la supresión de votantes sigue siendo un obstáculo importante para que las minorías raciales puedan ejercer su derecho democrático básico.
Traducción: Gloria Grinberg | 
