El reciente miércoles el Gobierno llevó a cabo la llamada “Operación Retorno Humanitario”, en la cual 160 haitianos volvieron a su país. Esta operación trata de un supuesto “beneficio” del gobierno para los haitianos que no pudieron "acostumbrarse al país" y que no tenían optimas condiciones de vida, según las palabras del ejecutivo. En este sentido, el Gobierno abrió postulantes para extranjeros que voluntariamente quieran retornar a su país, viaje que sería financiado con por el Estado, sin embargo con la prohibición de volver a Chile durante 9 años.
Ante esto Karen Rojo, alcaldesa de Antofagasta, adhiere a esta iniciativa del gobierno y problematiza sobre la situación de migración en Antofagasta, donde según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en la Región de Antofagasta hay más de 66 mil inmigrantes, ante esto Rojo declara “es una situación muy complicada porque más de 1.200 niños no tienen posibilidad de contar con educación”. Y continua “en la comuna las condiciones de vida son bastante complicadas y hoy en día la región también sufre una tasa de desempleo bastante fuerte donde las oportunidades laborales no son las mismas”.
En este sentido, la alcaldesa de Antofagasta afirma que ya se empezaron a hacer todos los trámites necesarios para ser parte de este plan impulsado por el Gobierno. Lo que se concretiza con la reunión que tuvo con el Director de Extranjería, Álvaro Bellolio, para tener conocimiento de que se trata este “beneficio”. Y todo esto porque en palabras de Rojo: "es interesante porque de manera no oficial tenemos requerimientos de extranjeros, particularmente colombianos, que tienen ganas de retornar a Colombia y que por motivos económicos no pueden regresar”.
Asimismo enfatiza en que es un hecho totalmente humanitario porque se le da la libertad al extranjero de elegir, "desmintiendo" los dichos de la oposición de que es una “deportación oculta”.
Finalmente añade: “vamos a apurar algunos trámites que son más que todo convenios internos y si va todo bien, esperamos dentro de este año aplicar esta medida”.
Ante esto, vemos como en Estados Unidos Donald Trump arrasa con políticas anti-migrantes persiguiéndolos y expulsándolos, pero no tan sólo eso, sino que también llevando 15.000 soldados a sus fronteras para amedrentarlos, con razones abiertamente xenófobas y nacionalistas. A lo que la derecha chilena no se queda atrás con esta política disfrazada de “humanitaria” pero que impide que el extranjero ya fuera del país retorne antes de que pasen 9 años.
Es por esto que al gobierno no son las condiciones de vida, de trabajo, las que les preocupan, si no que fortalecer un discurso nacionalista en donde se culpe a los extranjeros de las precarias condiciones de vida a las que son expuestos la gran mayoría y aumentar las ganancias de los empresarios, a costa de la mano barata de los migrantes, precarizándolos aun más. |