La semana pasadan después de que la CGT empezara a negociar un bono con el gobierno y los empresarios para los trabajadores privados, los gremios estatales salieron a exigirle al macrismo que no los dejara afuera.
De forma análoga a las negociaciones de los privados, UPCN y ATE también están en las sinuosos caminos de las charlas eternas con el gobierno nacional para cerrar las condiciones en que se pagará ese bono.
El gobierno adelantó que podría pagar un bono –que podría ser de entre $ 4.000 y $ 6.000- pero excluyendo a miles de trabajadores públicos, entre los que se encontrarían 116.000 trabajadores de empresas públicas y sociedades del Estado como YPF y Aerolíneas, docentes y no docentes de las universidades nacionales (más de 200.000), como así también los trabajadores judiciales, que suman más de 32.000 y los del Congreso que son alrededor de 13.000.
Mención especial merecen los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, que además de sufrir la persecución del propio presidente, el sábado por la mañana tuvieron que ser hospitalizados 5 trabajadores de la línea de bandera, debido a las pésimas condiciones a los que son obligados a trabajar.
Los dos dirigentes de UPCN como ATE (los dos gremios de los estatales) Andrés Rodríguez y Hugo “Cachorro” Godoy respectivamente dijeron en distintos medios que más allá del bono, en realidad pedirán que se reabra paritarias, cuestión para la que el gobierno se muestra reacio.
Recordemos que los sindicatos de estatales firmaron una paritaria del 15% en cuotas, que terminó con los salarios perdiendo una gran cantidad de poder de compra. Como explicó Godoy en Clarín “Llevamos perdidos $73.000, casi tres salarios en el año. Una suma de $5.000, $6.000 está lejos de cubrir esa pérdida. Pedimos la reapertura la paritaria y que los $4.000 de noviembre pasen al sueldo”.
La pérdida salarial de los trabajadores de este año de megadevaluaciones y super inflación, fueron un robo gigantesco al salario. Como se explicó en este diario, un bono que realmente cubra lo que se perdió en el año debería ascender a $23.559. para los trabajadores privados. Pero esta suma para los estatales, que sufrieron más el recorte salarial, debería ser aún mayor: para recomponer lo perdido los trabajadores públicos deberían cobrar por lo menos 31.116 pesos. | 
