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La práctica política de Pino Solanas nunca suele estar a la altura de sus discursos. Todes recordamos la encendida intervención del senador nacional durante la sesión que discutió la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Fue una de las más celebradas por la marea verde. Sin embargo, a la hora de tejer acuerdos políticos y electorales, el referente de Proyecto Sur peca de falta de coherencia y hasta sabe pasar de un bando a otro sin mediar balances ni autocríticas.
Este martes, en la previa de la votación del Presupuesto 2019, Solanas se reunió con el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa, de larga trayectoria en el PJ (incluyendo un pasaje por el menemismo). Junto con él y dos senadoras de su bloque (Magdalena Odarda, Eugenia Catalfamo), concurrieron a la cita seis de los nueve senadores y senadoras que comparten bloque con Cristina Fernández de Kirchner: Marcelo Fuentes, María de los Ángeles Sacnun, Ana Almirón, Ana María Ianni, María Inés Pilatti Vergara y Nancy González.
Si bien la reunión convocada por Solanas tenía como objetivo declarado discutir la oposición al presupuesto de ajuste del gobierno, el referente de Proyecto Sur inmediatamente empezó a hablar en las redes sociales sobre la conformación de “un amplísimo frente sin exclusión” para competir en las elecciones de 2019.
Tan amplio es que incluye al tucumano José Alperovich, que se se pasó los últimos 3 años en el bloque peronista encabezado por Pichetto, colaborando abiertamente con el macrismo, votándole todas y cada una de sus leyes antipopulares. Recién este mismo martes Alperovich confirmó su alejamiento de Pichetto y fue al despacho del progresista Solanas. Recordemos además que Alperovich votó en contra del derecho al aborto: una posición consecuente con su patrimonio de $460 millones, según su última declaración (es el senador más millonario).
Así, Pino Solanas parece sumarse a la política de todas las alas del PJ que, sea colaborando abiertamente con Macri o posando como opositores, plantean que hay que “esperar a 2019” para enfrentar al gobierno, no en las calles, sino en las urnas. Mientras tanto, sigue el ajuste, los despidos, el endeudamiento y un largo y triste etcétera.
Pero además llama la atención la capacidad de Solanas para saltar de un bando a otro sin hacer un solo balance o autocrítica. De hecho, su cargo en el Senado lo logró en las elecciones de 2013 con la Alianza UNEN, cuya arquitecta fue Elisa Carrió e incluía a la UCR y el Partido (narco)Socialista de Binner.
Este “amplísimo frente” se conformó bajo el argumento de que la clave era enfrentar al gobierno kirchnerista y sus integrantes, incluyendo a Solanas, venían de apoyar el lock out de las patronales agrarias.
La Alianza UNEN, previsiblemente, estalló por los aires en 2015 cuando Carrió y la UCR se pasaron a Cambiemos. Sirvió precisamente de trampolín para que Carrió y los radicales, lavada de cara centroizquierdista mediante, se aliaran con Macri y, con ello, le entregaran el gobierno. ¿No va a hacer una sola autocrítica Solanas por haber sostenido a la mujer que se burló de la familia de Santiago Maldonado?
Solanas parece repetirse a sí mismo. Ahora, está dispuesto a sumarse a un frente con todo el peronismo que durante la última década se pasó criticando. Incluso, basta revisar los tuits recientes del senador para ver sus contradicciones. Horas antes de reunirse con Rodriguez Saa y los senadores kirchneristas, Solanas denunciaba a la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso por no investigar el acuerdo YPF-Chevron que se firmó durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Dos tuits después, el tipo ya está queriendo aliarse al kirchnerismo… Ay Solanas, otra vez la burra al trigo.
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