Se trata de una juventud en sintonía internacional con las luchas que se están dando en otros puntos de la Latinoamérica y el mundo en defensa de la educación pública, gratuita y digna, en un contexto de profunda crisis del sistema capitalista, cuyo modelo neoliberal muestra sus tendencias más rapaces con el abandono y asfixia de los derechos más elementales como es el de educación. Son miles de estudiantes, trabajadores y profesores que enfrentan una de las expresiones más crudas y deplorables de la precariedad educacional en Sudamérica, con un presupuesto educativo raquítico que ha llevado al deterioro de la infraestructura con el paso de los años, hasta un punto crítico de derrumbe de facultades por falta de mantenimiento, y que es la base de los salarios de miseria para el conjunto de la planta docente, así como para los trabajadores.
El bajo presupuesto también explica una matrícula estudiantil cada vez más angosta, que deja por fuera de la formación académica a una cantidad importante de aspirantes y que culmina con la total privatización del sector, misma que se expresa en las altas cuotas que tienen que pagar frecuentemente los estudiantes.
En las últimas semanas, los integrantes de la comunidad universitaria se han mostrado con una gran disposición a la movilización y activación, que ha crecido de forma importante y que empieza a acumular experiencias de lucha, como son el método del paro y la ocupación de ciertas universidades como herramientas de combate, así como una lista de manifestaciones callejeras.
Manifestación convocada por estudiantes solidarios
La importante movilización del pasado 8 de noviembre finalizó con la brutal represión por parte de elementos del ESMAD (Escuadrón Móvil Anti Disturbios) a los estudiantes, dejando un saldo de casi 90 heridos y una lista de detenidos por parte de la cara más dura del régimen encabezado por Duque. La terrible situación educativa en Colombia tiene que verse como uno de los estragos del capitalismo internacional, que a diez años de la crisis del 2008, sigue atacando el conjunto de los derechos y condiciones de vida de las grandes mayorías de trabajadores y sectores populares, mediante recortes y ajustes que en mayor o menor medida han implementado todos los gobiernos del continente, desde sus expresiones a izquierda, centro y derecha.
Lo sucedido en avenida 100 por la noche del sábado, cuando elementos oficiales no dudaron en disparar a sangre fría con balas de salva a los estudiantes, muestra la nula disposición por parte del gobierno para dialogar y mucho menos para atender de fondo el problema. Muy por el contrario, el gobierno demuestra con la represión y otros ataques -como el repudiado aumento del IVA (impuesto al consumo)- su verdadera cara, un gobierno al servicio de los empresarios y los planes del imperialismo.
Estudiantes independientes en solidaridad con la juventud colombiana
En un escenario como el que se nos presenta aquí no podemos más que confiar en nuestras propias fuerzas, en aquellos miles de participantes que le han dado vida a las tomas de universidad, a las decenas de actividades realizadas por estudiantes y demás sectores solidarios con la causa. Ahí reside la verdadera fortaleza de todo proceso de transformación y ésta no es la excepción.
Sólo mediante la participación más amplia y democrática, como las asambleas, coordinaciones y demás expresiones se podrán garantizar todas las voces participantes con el objetivo de seguir avanzando en fortalecer y desarrollar la experiencia en curso, y así, avanzar en esta importante lucha que empieza a tener resonancia en varios rincones del continente.
Son muchos los casos en donde el presupuesto educativo se destina a causas totalmente ajenas y contrarias a los intereses el pueblo pobre, el caso de Colombia se suma a esta lista. Cada año se le destinan millones de pesos a las fuerzas armadas, el refuerce de armamento cuya excusa se respalda en un proceso de “pacificación” que ha dado como resultado más de 9 mil homicidios sólo en lo que va del año, sumado al constante amedrentamiento, acoso y juicio de luchadores sociales.
Estudiantes independientes en solidaridad con la juventud colombiana
Esta situación es bien conocida por todos los partidos políticos predominantes del sistema político colombiano y por lo tanto tolerada por los mismos durante décadas de profundización del problema educativo, de esto se desprende la necesidad de desconfiar de estas instituciones, y que el movimiento estudiantil mantenga la independencia política de los partidos. Esto no significa que no se pueda contar con importantes aliados para el triunfo de esta lucha.
El evidente olvido de las universidades y del conjunto de la educación es un caso más de las consecuencias de este modo de producción que busca extraer ganancia de todo lo que sea posible, dando como resultado la pauperización cada vez más amplia de sectores de la población, entre ellos, se encuentran los trabajadores cuyas condiciones de vida también son precarias y degradantes. Justamente, de los sectores más organizados de trabajadores como son los sindicatos -específicamente de su base- es en donde se puede comenzar a formar la alianza obrero-estudiantil tan necesaria y potencial en este y otros casos para conquistar las demandas de las grandes mayorías.
Estudiantes independientes en solidaridad con la juventud colombiana
La lucha estudiantil al igual que sus homólogas en otros puntos del globo merecen triunfar, convertirse en experiencias y motores de la solidaridad entre los campos de batalla que se libran en defensa de la educación digna para todos y todas.
Manifestamos nuestro apoyo a las y los estudiantes colombianos en su justa lucha, por la liberación de todos los presos políticos. Sólo a través de los impuestos progresivos a las grandes fortunas y la cancelación de la deuda externa se podrá aumentar el presupuesto educativo y avanzar, en este sentido, a comenzar a replantear qué realidad es la que firmemente queremos realizar.
Agrupación Juvenil Anticapitalista
Estudiantes independientes colombianos
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