El retail es un sector comercial que obtiene altas ganancias mediante la venta minorista de productos, sin embargo esconde una serie de miserias a las cuales están expuestos sus trabajadores, lugar donde mayoritariamente trabajan mujeres, jóvenes y diversidad sexual. Aquí las extensas y flexibles jornadas laborales merman la calidad de vida de sus trabajadores además de los bajos sueldos que difícilmente alcanzan para mantener una familia, lo que resulta en bajas pensiones en la vejez.
Estas condiciones, ya miserables pueden verse agudizadas, ya que la derecha, financiada por los empresarios, a nivel internacional viene avanzando con políticas públicas que empobrecen la vida de los trabajadores.
Chile no se ha quedado atrás, en tan solo 7 meses del gobierno de Sebastián Piñera, ha buscado imponer una agenda a la medida de los empresarios, limitando las herramientas que los trabajadores tienen para enfrentar y negociar frente a las empresas, por ejemplo con la restitución de los grupos negociadores que lo único que busca es debilitar a los sindicatos y la organización de los trabajadores. Todo esto sumado a la forma en que quieren imponer sus reformas, que es con represión, represión y más represión, método que ya le costó la vida a un dirigente social Alejandro Castro y a un joven mapuche Camilo Catrillanca.
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En base a esta situación es que los trabajadores y trabajadoras de Easy plantearon la necesidad de la unidad, anticipándose a las malas condiciones a los que nos quieren someter. Desde aquí coordinaron nacionalmente a 6 de los 15 sindicatos existentes en la cadena a nivel nacional, y que agrupa a más de 1700 socios y socias.
Pero esta unidad no es casual ni antojadiza, tiene como finalidad unificar a todos los trabajadores como un solo puño que permita mejorar las condiciones diarias de los trabajadores en Easy, pero además aportar a las y los trabajadores
un ejemplo de cómo deberíamos actuar.
Desde ahí nace la demanda de reducir la jornada laboral a 40 horas semanales que plantearon en su reunión fundacional, lo cual viene a cuestionar un aspecto fundamental del desarrollo del trabajo ¿cuanto tiempo de nuestra vida le entregamos a las empresas? Hace ya muchos años, un importante grupo de trabajadores luchó por 8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas para descansar, hoy no vemos que esto se cumpla y de ahí nace, a modo de reivindicación y exigencia, este punto fundamental.
Detrás de cada una de estas demandas reivindicatorias o sindicales lo que buscamos es que cada trabajador de base despierte, se active, se organice y logre desarrollar sus propias necesidades en este espacio de coordinación, llenándolo de delegados electos desde la base, que sean 100% revocables en cualquier momento para que así, cada trabajador tenga voz y voto en las decisiones que esta coordinación desarrolle.
El desafío está planteado, la organización hoy es una necesidad y no solo en la perspectiva del sector del retail, sino que debemos ser más ambiciosos y buscar unificar a los trabajadores en todos los lugares que podamos, desde ahí es que el Acto Internacionalista y Anticapitalista organizado para este Sábado 17 noviembre a las 17:00 en USACH, se vuelve una invitación clave para el desarrollo de estas fuerzas.
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