En una muestra más de sumisión a los Estados Unidos en el marco del G20, el Gobierno inició una campaña acorde al libreto del Imperio. Macri y Bullrich parecen decirle a sus jefes: "aquí también perseguimos musulmanes".
Es que en las últimas horas la comunidad libanesa en Argentina ha denunciado una campaña de persecución religiosa y política. Ayer detuvieron a Axel Abraham Salomon, de 25 años, y su hermano Kevin Gamal Abraham Salomon, de 23. La “investigación” de la justicia había comenzado ante la denuncia del vicepresidente de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), Alejandro Broitman, sobre la supuesta existencia de un llamado telefónico anónimo que daba cuenta "de una persona con ciertas características”.
Con esos datos y una investigación que se desconoce, el juez federal Sebastián Ramos realizó ayer un primer allanamiento en la vivienda de los jóvenes, donde el Ministerio de Seguridad y los medios expusieron armas que supuestamente habrían encontrado en el lugar. Uno de los familiares de los jóvenes, Galeb Moussa Hamad, explicó a los medios que “son armas viejas, de un bisabuelo de los detenidos. No estaban operativas y presentaron carnet de caza de mi tío y del Tiro Federal. Presentaron los papeles de la portación. Tienen las facturas de compra”.
Pero en la mañana de este viernes continuaron los allanamientos y detenciones, en este caso en el domicilio de parientes de Axel y Kevin. Allí se acercaron además familiares e integrantes de la comunidad libanesa. “Esta es una clara persecución política y religiosa. Dicen que viajaron a Medio Oriente como si eso fuera un delito.”, dijeron. Además denunciaron que “esto tiene que ver con la proximidad del G20. Y parece que ahora ser musulmán es sinónimo de terrorismo”.
Recordemos que Hezbollah es un partido político legal en el Líbano.
Los padres de los jóvenes denunciaron que "somos musulmanes, no terroristas. Las armas fueron herencia de un abuelo y estaban guardadas. Ahora cualquiera puede hacer una denuncia anónima y arruinarle la vida a dos jóvenes”.
El hecho se suma así a otros operativos llevados adelante en las últimas 48 horas (como los allanamientos a locales anarquistas históricos que nada tienen que ver con los confusos hechos del pasado miércoles), que tuvieron alta repercusión mediática y fueron comandados por las fuerzas de seguridad de Patricia Bullrich. Aparecen así como un intento de seguir desviando la atención sobre el impopular Presupuesto de ajuste votado esta semana en el Senado. Cuando fue la votación en Diputados recordemos que continuó con una feroz ofensiva contra inmigrantes detenidos en la represión. Demuestra que estas campañas se hacen cada vez que avanzan en ataques contra el pueblo.
Pero en este caso, es además para justificar el impresionante despliegue represivo que se está poniendo en marcha a pocos días del inicio del G20. No paran de descargar de los puertos un arsenal “de guerra” para custodiar a Donald Trump y decenas de presidentes y funcionarios cada vez más impopulares en sus países y con tensiones geopolíticas y económicas entre ellos.
En este caso se muestra como parte de la sumisión a EE.UU e Israel que el gobierno de Macri sigue alegremente con compra de armamento y entrenamiento militar. Una continuidad de aquella política de Menem que también quería que “entremos al primer mundo” como Macri y se terminó en el infernal 2001. En aquellos años se produjeron dos mortíferos atentados que nunca fueron esclarecidos, donde lo único que se probó fue una escandalosa acción de encubrimiento del Estado argentino como hemos denunciado permanentemente.
Parece imposible que sea casual que en 3 días se descubran a anarquistas e inmediatamente a musulmanes con "conexiones internacionales”. Más bien resulta digno de un libreto de un guionista de películas de clase B de Hollywood. Mauricio Macri quiere que Argentina intervenga de alguna manera en los conflictos del Medio Oriente permanentemente, e incluso usarlos en la política interna. Primero fue con el caso de la muerte de Nisman, que plantearon como un asesinato. Luego enviando a Cristina Kirchner a juicio por haber hecho un memorándum con Irán sobre la investigación del atentado a la Amia, acuerdo aprobado por el parlamento argentino. Lo que no impide decir que bajo presión de EE.UU, bajo el gobierno kirchnerista en Argentina - y en toda Latinoamérica bajo los gobierno "populares" - se aprobó una legislación "antiterrorista" para ser usada arbitrariamente cuando los gobiernos lo consideren útil. En la Argentina hemos visto además como esa acusación ha sido impulsada contra las comunidades mapuches con el relato de la “RAM”.
La semana ha sido rica en ejemplos. Que el FMI dirija la política económica argentina con el Presupuesto 2019 y que el país se sume a los conflictos internacionales en que está metido EE.UU es lo que quieren las potencias imperialistas. Las bellezas que nos brinda el “exitoso” gobierno de Macri. | 
