Buena parte de esos trabajos se concentrarán en dos distritos clave -Ciudad y Provincia-, donde Larreta y Vidal también buscan la reelección.
El oficialismo se aseguró una serie de inauguraciones de obra a lo largo y a lo ancho del país en el decisivo año electoral. El Gobierno que hizo campaña y asumió con un discurso contra el oportunismo kirchnerista de “cortar la cinta” para tapar la realidad, vuelve a la clásica maniobra de los partidos patronales. Frente las necesidades básicas insatisfechas, como la falta de transporte y obras para evitar las inundaciones, Cambiemos hace demagogia.
Las promesas sobran: Larreta tiene previsto inaugurar, en abril, el Paseo del bajo; en mayo, los viaductos del ferrocarril San Martín y del Mitre y tres estaciones de la línea E. Más cerca de las primarias, en julio, mudarán el Ministerio de Desarrollo Social al Elefante Blanco, en Ciudad Oculta; y el de Educación a la Villa 31, en agosto. Por esas semanas, antes de las primarias, quedará listo el canal aliviador del arroyo Vega.
Vidal, en tanto, tendrá numerosas obras para inaugurar en el distrito electoral más importante del país, también decisivo para las chances de Macri. El ministro de Infraestructura Roberto Gigante afina el calendario. Terminarán las Rutas 30, 60, 51 y 58; las plantas depuradoras de General Rodríguez, Punta Lara y Bahía Blanca. También la puesta a punto de 66 guardias de hospitales y de 170 Centros de Atención Primaria.
También prometen realizar la cuenca del puente Romero y Begueire y el saneamiento del arroyo los Berros, los terraplenes y algunas otras obras de emergencia, como el aliviador de la calle Esmeralda en San Martín.
A su vez, Dietrich e Iguacel también anunciaron una serie de medidas.
Pero para ellos, ni siquiera la realización de las obras más básicas de infraestructura para el pueblo trabajador están por fuera de sus intereses como empresarios. No solo porque buscan ganar votos negociando lo mínimo que cualquier gobierno debería garantizar, sino que la obra pública representa un gran negociado para el Estado. Como lo demostró el escándalo de “los cuadernos” a través de la construcción, se destinan millones de pesos para las empresas contratistas y de la construcción. |