A tres años de que Adrián Rodríguez falleciera electrocutado en el Café de la Flor producto de una serie de negligencias y fallas eléctricas, comenzó este martes el juicio oral al inspector municipal Adrián Akerman, quien realizó el último control, y está procesado incumplimiento de los deberes de funcionario público.
La defensa pidió su sobreseimiento argumentando que Akerman controló el negocio siete meses antes del siniestro. Las pericias realizadas a posteriori de los hechos, determinaron que el disyuntor había sido reemplazado por una llave térmica, probablemente para evitar cortes de luz. Una descarga eléctrica que podría haber sido evitada, fue la que le costó la vida al joven músico.
En octubre pasado, al conmemorarse los tres años desde la muerte de Adrián, sus compañeros de Raras Bestias junto a otros músicos de la ciudad volvieron a reclamar que se enjuicie los culpables, y terminar con las condiciones de precariedad y negligencia a las que están sometidos todos los trabajadores de la industria musical. También apuntaron a las demoras en el inicio del juicio oral a los otros responsables, el dueño Ariel Scharf, y el electricista Fernando Campodónico, quienes irían a juicio el año que viene.
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Joel Pereyra, integrante de la banda, señaló esta mañana a Guillermo Zysman en La Ocho que luego de la muerte de Adrián todo se sigue manejando igual. “En la noche de Rosario no cambió nada. No sabemos cuántas inspecciones hay, pero cuando vas a tocar es más o menos lo mismo. Tenés que pagar para tocar”. | 
