Ante la represión de la Policía Federal mexicana y la Patrulla Fronteriza estadounidense contra migrantes centroamericanos, que desde Tijuana intentaron cruzar ayer la frontera con Estados Unidos, López Obrador se reunió con miembros de su gabinete para evaluar la situación.
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Además del presidente electo, a la reunión en la casa de transición asistieron Marcelo Ebrard, quien será titular de Relaciones Exteriores, Olga Sánchez Cordero, que encabezará la Secretaría de Gobernación, Alfonso Durazo, futuro secretario de Seguridad Pública y Alejandro Encinas, próximo subsecretario de Derechos Humanos en Gobernación, entre otros.
Al salir de la reunión, Marcelo Ebrard hizo referencia al plan del gobierno entrante para el desarrollo en la región de México y Centroamérica -con la “ayuda” de Estados Unidos- como forma de acabar con los flujos migratorios. También habló de cambiar la política migratoria mexicana por ser muy restrictiva. Y en cuanto a la situación actual de los migrantes centroamericanos, con 36 detenidos -y cuatro heridos- en Tijuana y 73 presos del lado estadounidense, se limitó a llamarlos al diálogo, al respeto a la ley y a la prudencia.
Olga Sánchez se manifestó preocupada por los derechos de los migrantes, diciendo que en nuestros país no son criminalizados, en contraste con las detenciones realizadas ayer en Tijuana, una vez que los migrantes que intentaron cruzar la frontera regresaban al albergue en la Unidad Deportiva Benito Juárez, y con las 98 deportaciones anunciada hoy por la Segob.
A menos de una semana de que AMLO asuma la presidencia, todo parece indicar que será su administración la encargada de responder frente a la situación migratoria en la frontera. Como expresión de esta preocupación, Alejandro Encinas dijo esperar que la situación se resuelva antes de que termine la administración de Peña Nieto.
En general, destaca la ausencia de cuestionamiento alguno, por parte de quienes integrarán el próximo Ejecutivo, a la represión de ayer contra los migrantes.
Más preocupados en garantizar una transición sin confrontaciones que en defender a los migrantes, ni López Obrador ni ninguno de los miembros de su gabinete reunidos ayer externaron una sola crítica al actuar del gobierno de Peña Nieto, que mediante la Policía Federal y el Instituto Nacional de Migración lleva semanas hostigando, maltratando, reprimiendo y deportando a miembros de las caravanas centroamericanas.
Más interesados en mantener una relación de “amistad” con el gobierno de Trump, ni un solo pronunciamiento del gobierno entrante en protesta por el uso de gases lacrimógenos y balas de goma contra los migrantes en Tijuana. | 
