Esto sucede a pocos días que La Izquierda Diario diera a conocer la discriminación que denunciaron las trabajadoras domésticas en las combis de MaryGo, que tomaron repercusión pública.
Nicolás Pasqualini, gerente de MaryGo, informó que la municipalidad tomó la decisión de brindar un servicio de transporte público, por el cual dejarán de operar con las combis que funcionan dentro del predio del Nordelta y que eran el único medio, hasta el momento, que permitía acercar a las trabajadoras desde el barrio privado hasta la avenida por la que pasan otras líneas de colectivos.
El proyecto del intendente de Tigre propone que la línea de colectivos 723 desvíe su recorrido y pueda ingresar por la avenida que atraviesa la “ciudad privada” y que al quedar dentro del predio, está bajo la administración del consorcio Nordelta.
Mientras se espera este nuevo transporte, la empresa MaryGo ya no expende más tarjetas para viajar en las combis internas. Una de las trabajadoras, expresó a Página/12: “Hay un proyecto para que entre el colectivo 723 pero no sabemos nada todavía. Estamos preocupadas, queremos una respuesta concreta, porque nos quedan pocos días de tarjeta. No sé cómo vamos a llegar a nuestros puestos de trabajo si lo sacan esta semana”.
El Proyecto presentado por Zamora esconde un nuevo negocio para los empresarios amigos y allegados a su gestión.
Hace años que el intendente actual del municipio de Tigre, aliado de Sergio Massa, quiere que entre la línea 723 dentro del Nordelta. Su interés, muy lejos de una genuina preocupación por las trabajadoras domésticas del Nordelta, cuya situación trascendió a través de este diario, está en las ganancias que puede generar un nuevo negocio en el complejo. O alguien puede pensar que el intendente de Tigre, que hace tiempo conoce esta situación, se propondrá realmente que su gobierno termine con el maltrato que viven las empleadas del Nordelta? Garantizará alguna medida para terminar con el trabajo "en negro", informal, con las pésimas condiciones laborales, con los abusos y la discriminación que viven día a día? Muy lejos, lejísimos, estamos de eso.
La línea 723 es parte de varios colectivos y “líneas” que funcionan en Tigre, en pésimas condiciones para los propios colectiveros. Ellos cobran por boleto cobrado, al viejo estilo. Y esto significa que al enfermarse, por ejemplo, no cobran su salario ya que para la empresa “no son productivos”.
Lo que los hermana a los choferes con las trabajadoras del Nordelta son las pésimas condiciones laborales. Para Zamora se trata, en cambio, de la oportunidad de un nuevo negocio para un sector de “sus amigos” . |