Los obreros de la avícola, en manos Granja Tres Arroyos, lanzaron una campaña para que no se compren productos de esa marca hasta que se reinstale a los 1300 obreros que han perdido sus puestos de trabajo en los últimos años, solo en las plantas de faena de Echeverría y Ezeiza. A esto hay que sumarle la situación de quienes trabajaban en las granjas en distintos puntos de la provincia.
El martes 20 realizaron un corte y bloqueo a los portones de la empresa reclamando la reincorporación de los despedidos, que recibieron sus telegramas en junio de este año. La famosa “reactivación” de la Planta 2 de la empresa se hizo con solo 80 operarios y entraría otra pequeña tanda en diciembre y otro el año que viene.
De los más de 1000 que continúan suspendidos, 180 recibieron telegramas anunciando que serán despedidos. Son quienes no aceptaron que 500 personas no reingresaran a la planta una vez reactivada, sino que planteaban el reingreso de la totalidad de los obreros. La última tanda de despidos fue una medida de clara persecución, ya que se trata en su gran mayoría de activistas que venían luchando por la reinstalación de sus compañeros.
Ante estos atropellos, que incluyen la falta de pago de indemnizaciones, los obreros vienen tomando decisiones en asamblea, sin la intervención del sindicato, que lejos está de cumplir con su rol.
Los trabajadores anunciaron que seguirán con el acampe durante varios días y que se encuentran recibiendo aportes solidarios a su fondo de lucha en el lugar.
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