El #MiráCómoNosponemos es expresión de una marea verde que no para de crecer. La línea 144 de La Plata, está “que explota de llamados”, según una operadora del call center. Esto permitió que las trabajadoras tampoco se queden calladas. En realidad, nunca lo hicieron. Ahora la potencia de la marea, logra reflotar sus luchas.
Mientras Mauricio Macri, twittea que “el compromiso es trabajar para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres”, el Gobierno provincial de Cambiemos, mantiene tercerizada, una de las pocas herramientas que ofrece el Estado para ayudar a las mujeres a escapar de situaciones de violencia.
La delegada del Instituto de género y diversidad sexual, Malena Maturano, es la única trabajadora que está en la planta del Estado -en una Central telefónica-. El resto de las trabajadoras están contratadas a través de la empresa privada “Provincia Net”. Denuncian que el Gobierno de Vidal, viene avanzando con la privatización de la línea, ya que había un sector de trabajadoras que pasó de estar en planta transitoria bajo monotributo, a estar bajo contrato y tercerizadas.
En la Línea 144, la bronca se organizó a partir de 5 despidos en el Equipo de Seguimiento de Casos, una segunda instancia de atención para los casos más complicados. La organización se transformó en lucha: realizaron paros para exigir la reincorporación de las despedidas, una permanencia pacífica en la Secretaría de Derechos Humanos; participaron de la asamblea de trabajadoras despedidas de la empresa Télam, articularon con el colectivo Ni Una Menos, encabezaron la marcha del 3J. Sufrieron sanciones y descuentos al salario, pero lograron la reincorporación de 2 compañeras.
Hoy, siguen peleando por reincorporar a Mariana Salas, una trabajadora social. La delegada de la Línea, denuncia que el objetivo de los despidos no fue necesariamente para achicar gastos, ya que al mismo tiempo el Instituto realiza una búsqueda interna….de trabajadoras sociales. Sucede que, reincorporarla a ella, significaría la derrota de la política persecutoria de Vidal, y un triunfo para las trabajadoras y su organización sindical.
El objetivo es claro: quieren disciplinarlas. Porque el Gobierno veía como se ponían: en un contexto donde cada vez se hacen más palpables los planes del gobierno y donde el objetivo de Vidal es privatizar la línea para beneficiar a una empresa, ellas exigían la estatización de la línea 144. Exigían, y exigen, la mejora de las condiciones laborales.
El capitalismo se las ingenia para dividir a la clase trabajadora. Por eso en la avanzada neoliberal, pulularon un sinfín de relaciones laborales: planta permanente, planta transitoria, monotributistas, contratados. Saben que la unidad de les trabajadores, tiene la fuerza para dar vuelta el tablero. El Estado, no es ajeno: en la línea 144, también a través de diversas modalidades de contratación se juegan a dividir a las trabajadoras.
Las Secretaria esperaba que frente a los primeros despidos de las trabajadoras, sus compañeras precarizadas no las apoyaran. Ellas se sumaron al paro, y fueron despedidas. La unidad de las trabajadoras, es disciplinada así, con despidos. Pero la solidaridad entre compañeras fue más fuerte que las ganas de Vidal de evitar cualquier tipo de conflicto, en tierras donde les trabajadores defienden sus conquistas a capa y espada, como en el Astillero Río Santiago.
Ellas no están solas. La mañana del jueves, las trabajadoras despedidas de la empresa Siam junto a estudiantes, trabajadoras y trabajadores que acompañaban su lucha, también se enfrentaron a Vidal en el Puente Pueyrredón. En cada crisis socioeconómica, las mujeres siguen siendo las más precarizadas y por eso, al grito de Ni una Menos Sin Trabajo, la demagogia de Vidal voló por los aires.
Lo que estalló esta semana, fueron los llamados de mujeres para contar situaciones de abuso sexual. Lo hacían “por primera vez en su vida. Fue impactante”, declara Malena, “si se trabajara la Ley de Educación Sexual Integral con mayor profundidad, estas situaciones deberían poder hablarse en el espacio escolar”.
Por otro lado, denuncia que en el turno con mayor atención, llegan a ser 10 operadoras para toda la Provincia de Buenos Aires y que si se destinara más dinero, para contratar más operadoras, podrían atender mayor cantidad de llamadas. Pero claro, el compromiso de Macri para erradicar la violencia, todavía no llegó a la provincia…
La ESI, las políticas contra la violencia de género, contra el abuso sexual, las políticas que hacen a los derechos de niñes, adolescentes y personas trans, van de la mano de las trabajadoras que las implementan. ¿Qué pasaría si toda la plata que fugan los empresarios, que se esfuma en la especulación financiera, se usara para crear refugios, para todas aquellas mujeres que no ven otra salida que abandonar sus hogares?
Colectivos de trabajadoras que dependen del Instituto de Género y diversidad sexual como quienes trabajan en el Refugio para Mujeres Víctimas de Violencia de género de Ensenada, tampoco se callan: en un contexto donde los aumentos de precios y tarifazos son moneda corriente, hay trabajadoras que cada 3 meses son sometidas a la incertidumbre de continuar o no, con su laburo. La precarización laboral, también es violencia. Pelean por cobrar el aguinaldo, cobrar nocturnidad, entre otras cuestiones.
Como dijeron las #ActricesArgentinas, no se trata de denuncias individuales. Se trata de miles de mujeres que a partir de sus vivencias concretas, cuestionan un sistema social que se asienta sobre la violencia hacia las mujeres, sobre la precarización de sus trabajos, sobre la cosificación de sus cuerpos, sobre una justicia patriarcal, sobre la hipersexualización de mujeres y niñes en el espectáculo. |