Compartimos las palabras de Raúl Godoy, dirigente nacional del Partido de Trabajadores Socialistas y de los obreros ceramistas de Neuquén, en el acto realizado hoy en homenaje a Leonardo Norniella.
"Es difícil estar acá y hablar en la memoria de nuestro compañero Leo. Yo quiero reivindicar al Leo humano, que tiene sentimientos profundos que a uno lo mueven, no solo a dar la pelea en una fábrica, sino a aportar a lo que Lenin llamaba ’la organización de los esclavos insurrectos’. La necesidad de construir un partido revolucionario. Eso lo trascendía a Leo. Y mi relación más profunda con Leo venía desde ahí, de ser obreros revolucionarios constructores de partido. Y necesitamos muchos Leo, muchos compañeros y compañeras en esta tarea grande que tenemos. Porque, como decía Lorena recién, tenemos que saber que el enemigo no termina en el portón de la fábrica. Ahí empieza la historia, y tenemos un gran enemigo por combatir.
Por eso hoy estamos cruzados por un montón de sentimientos. Por un lado, muchísimo dolor por la pérdida de un camarada así. Indignación, bronca, también un poco de impotencia. Pero si hay algo que no nos puede cruzar es la resignación, porque los revolucionarios no nos resignamos. Vamos a levantar las banderas de Leo, las vamos a levantar bien alto y vamos a seguir.
Porque Leo era un constructor de partido. Porque es cierto, como dicen sus compañeros de la fábrica, que él aportó mucho a darles confianza, a que confíen en sus propias fuerzas. Cuando estaba naturalizado que los contratados entren por una puerta y salgan por otra, Leo fue parte de una corriente fundante que desde la izquierda revolucionaria intentó empezar a revertir esa situación que era normal: que los contratados eran laburantes de segunda, y las mujeres, también. Esas primeras peleas fueron un ejemplo para todo el sindicalismo de base, y el reconocimiento se sigue sintiendo. Esas batallas sembraron futuro. Pero Leo no fue solo eso.
Leo aportó a la construcción de una juventud revolucionaria en la Zona Norte. Aportó también con su crítica, con su espíritu crítico permanente, que siempre tuvo, de pensar las cosas con su propia cabeza y opinar de todo. Y formarse y estudiar, y leer. Y lo que contaba el compañero Fernando Rosso estos días, que ellos escribieron un artículo sobre la situación de Europa, y Leo opinaba por dónde podía estar el camino, cómo abrirse paso para construir una organización que le diera una salida de fondo a los jóvenes, a las movilizaciones en Europa, en el norte de África. Y era eso Leo: un militante obrero internacionalista. Esas camadas son las que queremos formar.
Entonces, con toda la bronca, con todo el odio de clase que esto genera, creo que tiene que recargarnos las mochilas para apuntar ahí. Hay que apuntarle a este sistema capitalista. Y en eso necesitamos compañeros y compañeras. Y, como decía Lore, en esto muchas veces nos toca pelear y, si hace falta, romper los muros a cabezazos. Pero nos queda esa tarea, que es seguir haciéndolo. Por Leo y por todos los compañeros, la juventud, los trabajadores y todos a los que nos niegan una vida que merezca ser vivida. Por eso más que nunca tenemos que reafirmar nuestras convicciones, levantar alto nuestras banderas de ser constructores de partido. Formar esa legión, ese ejército, esa organización de los esclavos insurrectos para terminar con esta miseria, con esas cosas que nos abaten todos los días. Así que, con toda la fuerza y el compromiso de Leo, reafirmemos esa tarea.
Desde el PTS, nuestra organización, valoramos profundamente a cada compañero y a cada compañera. Cada obrero y obrera conquistada, forjada y formada en este camino es valiosísima. Por eso esta pérdida es grande, pero por eso mismo asumimos el compromiso militante de redoblar los esfuerzos y vengar a Leo. Ninguna lágrima de estos días va a ser en vano, se tiene que transformar en fuerza militante, en energía para pelear por una vida que merezca ser vivida. Nos juramentamos ante Leo y todos nosotros que a esa lucha la vamos a continuar. Mucha fuerza, compañeros"-
