El 6 de diciembre fueron condenados a prisión perpetua los militares Apa y Muñoz por el asesinato de la militante del PST secuestrada el 4 de febrero de 1982. Este jueves la homenajeamos y prometimos seguir la lucha.
El jueves 13, quienes militamos con ella, junto a familiares y militantes de organizaciones que provenimos del PST, realizamos una conferencia de prensa en la sede de Ademys para difundir el logro que significó el fallo conquistado y para reafirmar el compromiso de ir por la rama policial de ese asesinato de lesa humanidad.
Justo en la semana que fueron condenados dos civiles, exgerentes de Ford Motors Argentina, cómplices por asesinato y tortura de varios trabajadores de la automotriz de General Pacheco. Mostrando que fue la gran patronal nacional y extranjera la que mandató a sus perros guardianes, las fuerzas armadas y represivas, a liquidar a toda una generación de activistas, luchadores y militantes obreros y populares. Por eso fue una dictadura cívico-militar-eclesiástica.
Nos acompañaron, este jueves, Nora Cortiñas, esa infatigable Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora y Federico Schmeigel de la Comisión Provincial por la Memoria, cuya investigación permitió encontrar en los archivos de la tenebrosa Dippba (Inteligencia de la Bonaerense) las pruebas de la infiltración que sufrimos como PST en el año 1981 y donde se involucra (además de los militares recién condenados) a Fabián Fernández Garello, el actual fiscal general de Mar del Plata, como parte de la patota policial que actuó en este crimen.
Ana María fue la última de los cien camaradas asesinados y desaparecidos del PST por el terrorismo de Estado (16 de ellos por las bandas de la Triple A bajo el gobierno del General Juan Domingo Perón y después con Isabel).
El triunfo que significó el fallo condenatorio nos fortaleció en la búsqueda de justicia por Ana María y por el resto de los mártires del PST y de los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos y asesinados.