La angustia es extendida en toda la localidad de Chivilcoy, en la provincia de Buenos Aires. Son 600 los trabajadores que quedan en la calle por el cierre de una de las plantas de calzado que producía para la conocida marca Adidas.
La fábrica se estableció en Chivilcoy en 2006 y llegó a tener más de 1.500 obreros trabajando, pero con la entrada de importaciones y materia prima se fue reduciendo”, explicó Lorenzo Lezama, delegado gremial del sindicato de calzado,(UTICRA).
Todos los trabajadores y los vecinos de Paquetá responsabilizan al gobierno nacional de Mauricio Macri y a Cambiemos por la perdida de puestos de trabajo, aunque “Durante el gobierno anterior también se perdieron puestos de trabajo, pero se mantenía la fabrica, ahora directamente cierran". Explicó a infocielo Juan López, electricista de la planta de Chivilcoy.
La empresa Paquetá dice que Adidas dejó de hacer pedidos. Fue la única excusa que dispuso la fábrica de capitales brasileños del que es su principal cliente, Adidas. Como siempre, la crisis que dicen tener los empresarios, la descargan sobre las espaldas de los trabajadores sin importar las consecuencias que traen para las 600 familias que se quedan en la calle.
La situación se repite: en 2018, la multinacional también abandonó Esteban Echeverría y otra empresa tuvo que cerrar. Sin embargo, en esta ciudad el cierre significará un durísimo golpe para la situación local.
En los últimos meses, la crisis se reflejó en conflictos desatados en empresas de renombre en el sector del calzado: Paquetá de Chivilcoy; Dass, Gaelle y Alpargatas, con pérdidas de más de 2.100 fuentes laborales.
López, quien trabaja en Paquetá hace diez años, considera que el gobierno de Macri “va en contramano con las necesidades del pueblo”.
“Hace dos meses éramos 800 empleados. Hoy fue el cierre total de la empresa por falta de pedidos de Adidas. Paquetá tiene exclusividad para Adidas, a quien le fabricaba el calzado totalmente terminado. Cuando un Gobierno abre la importación, las primeras fábricas que caen son textil y calzado”, dijo el delegado Lezama a Radio 10.
La mirada del delegado gremial no difiere mucho de los argumentos de la empresa que destruye los puestos de trabajo. La responsabilidad la ponen en la entrada de importaciones y no en los empresarios que descargan la crisis sobre los trabajadores.
Tampoco llevan adelante medidas de lucha para resistir los ataques de las patronales del sector y lo único que ofrecen a los trabajadores que representan y se quedan en la calle, es aceptar indemnizaciones o retiros voluntarios, que luego la inflación se comerá en pocos meses.
De esta manera los puestos de trabajo que se pierden, nunca se recuperan y, ante la situación mas general de ajuste y ataques al pueblo trabajador, las direcciones sindicales siguen traicionando sin convocar a una huelga general de todos los sectores de trabajadores y enfrentan seriamente los planes de ajuste del Gobierno y del FMI. | 
