El gobierno de los empresarios quiso frenar la lucha de los portuarios con una brutal represión el día lunes recién pasado. Hay activistas amenazados de muerte, un niño de 13 años torturado por Carabineros, los mismos que cargan con el asesinato de Camilo Catrillanca, y decenas de lesionados. Pero esta represión lejos de frenar la lucha, despertó una enorme oleada de solidaridad con los trabajadores eventuales que llevan más de un mes movilizados. Organizaciones sociales, barras de fútbol, sindicatos, estudiantes, se organizaron para expresar su apoyo. Y 17 puertos a nivel nacional paralizaron un turno en apoyo y repudiando la represión.
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Luego el gobierno, como intermediario de los grandes empresarios, buscó ofrecer un acuerdo que no respondía ni de cerca a la totalidad de las demandas de los trabajadores portuarios. Y la asamblea, junto al cuerpo de delegados del paro, votaron rotunda y categóricamente contra el preacuerdo firmado por el gobierno y los dirigentes sindicales, de forma unánime. ¡Van por el cumplimiento total de sus demandas!
Y cómo no, si el trabajo eventual es totalmente precario, mientras los Von Appen tienen ganancias anuales de 8 mil millones de dólares.
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En este momento es necesario extender al máximo la solidaridad con los portuarios. Pero no puede ser pasiva ni testimonial. A pesar de ser amplios los sectores movilizados en Valparaíso, aún las fuerzas son insuficientes para doblar la mano al empresariado. Hoy ganan los portuarios o ganan los empresarios, y un triunfo de los trabajadores es un triunfo para toda la clase obrera, contra un empresario nazi e intransigente como lo es el grupo económico de los Von Appen.
Hasta ahora el Frente Amplio no ha dispuesto sus fuerzas para el desarrollo y fortalecimiento de la movilización. Se necesita que sus diputados de la Quinta Región, como Camila Rojas de Izquierda Autónoma o Jorge Brito de Revolución Democrática estén codo a codo con los portuarios para frenar la represión. Que Jorge Sharp, alcalde de Valparaíso, se haga parte activa de esta lucha para fortalecer las demandas de los trabajadores, en lugar de seguir depositando toda su confianza en que el gobierno de Piñera "interceda" y las negociaciones que puedan ofrecer, a la vez que condena los "hechos de violencia". El llamado al que deben jugarse tiene que ser para convocar a todo el país a movilizarse en apoyo a los portuarios y en la región de Valparaíso impulsar un paro regional con todos los sindicatos, universidades, juntas de vecino, pobladores, y habitantes que están con la lucha portuaria. Aquella será la única fuerza capaz de imponer un triunfo a esta ejemplar lucha.
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Pero también la CONFECH debe cumplir un rol. Al día de hoy, la Universidad de Valparaíso y la Universidad de Playa Ancha se encuentra paralizadas en solidaridad con la lucha del puerto, con asambleas masivas, además de la organización codo a codo junto a los portuarios. No obstante, el movimiento estudiantil y la unidad con los trabajadores en las calles aún puede entregar mucho más. Por ello, es necesario y urgente el paro regional en Valparaíso, donde las Universidades y los liceos sean un factor de paralización y movilización decisivo.
Las y los estudiantes de universidades como la UV y la UPLA ya han mostrado el camino que debemos continuar como movimiento estudiantil, y para ello, la CONFECH, dirigida en su mayoría por el Frente Amplio y el Partido Comunista, debe llamar a una movilización y paro nacional para el día viernes 21 de diciembre, en solidaridad con los portuarios y por la conquista de todas sus demandas.
¡La lucha de los portuarios y la unidad de estudiantes y trabajadores es un ejemplo de cómo tenemos que enfrentar a los empresarios y a su gobierno! | 
