En 1907 en la Escuela Santa María de Iquique y ante la amenaza de una brutal represión, los obreros se negaron a abandonar la huelga y respondieron: "con los chilenos vinimos, con los chilenos morimos", "no somos bolivianos, ni peruanos, somos obreros" dijeron los trabajadores. |
En 1907 en la Escuela Santa María de Iquique y ante la amenaza de una brutal represión que se terminó cobrando la vida de miles de trabajadores chilenos, bolivianos, peruanos y argentinos, ante el pedido de los consulados para que los extranjeros abandonen la huelga, los obreros se negaron y respondieron: "con los chilenos vinimos, con los chilenos morimos", "no somos bolivianos, ni peruanos, somos obreros" dijeron los trabajadores.
Recatamos acá un extracto de aquella obra que recoge el sentir de obreros bolivianos frente a la posibilidad de ser asesinados si permanecían en la Escuela. Es la contundente respuesta que dan a su cónsul, Arístides Moreno, quien los llamaba urgentemente a abandonar el lugar.
"Vengo a decirles que el que se quede en la escuela, morirá. La muerte llegará a las tres de la tarde (…) No sé qué hora es. Pero todos ustedes deben marcharse en el acto, les dijo el cónsul.
Váyanse, por favor. ¡Partan, por amor del cielo! ¡Párense de una vez! ¡Anden! ¡Salgan! ¡Van a pasar barbaridades, cosas graves aquí! A las tres ¡Apúrense! ¡Yo me tengo que ir al instante! ¡Párense, por Dios! ¡Vámonos!, insistió.
Váyase no más, señor cónsul, fue la respuesta. ¿Pero ustedes…? ¿Ustedes entonces son suicidas?, interrogó. Nosotros con chilenos vinimos, con chilenos morimos, no somos bolivianos, ni peruanos, somos obreros, fue la última y contundente respuesta."
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