En apenas noviembre y diciembre han sido centenares los trabajadores despedidos tanto en el gobierno como en la empresa privada. Todo esto en medio de la catástrofe económica y en pleno período de fiestas de fin de año donde empresarios y gobierno siguen golpeando duro a los trabajadores con los despidos masivos, siendo arrojados de esta manera al abismo de la pauperización. Al compás de una política represiva donde trabajadores y dirigentes sindicales son presos por luchar y sometidos a vejámenes.
No es posible seguir tolerando esta creciente degradación donde una multitud de trabajadores son transformados en desocupados crónicos, en indigentes que viven de las migajas de los capitalistas y de este gobierno en descomposición. Ni con los salarios de hambre que no llegan ni a los 5 dólares mensuales y que les garantizan sus ganancias estos capitalistas junto a este gobierno hambreador quieren sostener el derecho al trabajo en esta situación catastrófica que vive el país.
Al mismo tiempo el gobierno de Maduro viene llevando a cabo su práctica represiva contra los trabajadores que se ponen en pie de lucha. Usar la GNB con sus fusiles (incluso haciendo disparos al aire), el SEBIN, la DGCIM y tribuales militares contra los trabajadores y sus dirigentes, es cada vez más moneda común en la manera como el gobierno responde a los trabajadores.
Tal es el caso de Rubén González, secretario general del sindicato de Ferrominera del Orinoco, los nueve trabajadores de la misma empresa estatal que en noviembre fueron detenidos por estar al frente de sus reclamos, o Rodney Álvarez , también de Ferrominera, con ya casi ocho años preso por un crimen que no cometió. Más recientemente está el caso de los trabajadores de la empresa estatal Venalum, donde un tribunal del estado Bolívar dictó medidas de reclusión para cuatro trabajadores, tras ser detenidos el 14 de diciembre por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en sus puestos de trabajo.
Una represión que se sirve de mecanismos propios del mundo militar, para terminar de imponer por la vía de la fuerza su plan de ajuste capitalista, uno de cuyos ejes más importantes es el desconocimiento y mutilación de conquistas históricas del movimiento obrero plasmadas en los contratos colectivos.
Por eso es que frente a esta situación hay que redoblar los esfuerzos para dar un basta tanto a los despidos masivos como a la persecución a los trabajadores que terminan siendo presos por luchar, realizando más acciones en los distintos lugares de trabajo, en las fábricas, en los lugares de estudio, manifestaciones de calle así como impulsar una gran campaña tanto nacional como internacional por estas demandas.
En este sentido, desde la LTS junto otras organizaciones políticas y sindicales, como las que hacen vida en la Intersectorial de Trabajadores de Venezuela, venimos sumando esfuerzos en este camino. La Izquierda Diario ha sido puesta al frente de esta lucha, siendo una voz activa en esta pelea, donde además de la elaboración de materiales de denuncia con artículos, notas, declaraciones se ha llevado a cabo una producción constante de audiovisuales y flayers, para hacer sentir el grito de los que reclaman en esta pelea.
Pero se hace necesario amplificarla aún más. La Intersectorial de Trabajadores no debe cesar su voz y esfuerzos en esta lucha, convocando acciones masivas hasta lograr que los compañeros y las compañeras despedidos sean reincorporados y los obreros presos por luchar puestos en libertad.
A seguir, una serie de notas y afiches dando cuenta de situación que recae con virulencia sobre la clase trabajadora, y para aunar esfuerzos mayores en esta lucha.
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