“Nunca más solos”
Hace unos años reseñaba la historia del “Nunca más Solos”, un grito del club deportivo Liverpool FC, una canción muy querida de la mítica ciudad portuaria de Liverpool y que los portuarios tomaron como consigna en su huelga de 1995.
El año 1989 Margaret Tatcher privatiza los puertos barriendo con años de conquistas. Y tras 6 años desde la privatización estalló la huelga en el puerto de Liverpool tras que la empresa Mersey Docks and Harbour Company despidiera más de 600 portuarios, mientras los gerentes aumentaban sus sueldos, riéndose de las familias trabajadoras.
Los portuarios de Liverpool libraron una batalla por casi dos años, enfrentando a la policía en las líneas de piquete, recibiendo la solidaridad internacional de diversos puertos, de movimientos sociales como el medioambiental y el movimiento de mujeres (con quienes fundaron el WOW, Womens on the Waterfront, o Mujeres del Frente de Atraque), una heroica batalla que merece una nota aparte.
Su lucha tuvo escenas míticas, como las funas a los gerentes, heroicos piquetes que recorrían el país y los puertos del mundo y un paro internacional de los puertos que tuvo respuesta en 52 países. No por nada el “nunca más solos” (que en las gradas del Liverpool se entona “never walk alone”) se hizo parte de su lucha.
Sin embargo, a pesar de la combatividad, la huelga decayó y quedó aislada en la propia Inglaterra. Mientras los portuarios daban todo por hacer retroceder a la empresa las centrales sindicales como la TGWU (Transport and General Workers Union, o Sindicato del Transporte y Trabajadores Generales) o la ITF (Internacional Transport and Workers Federation) acusaban estar atados de manos.
A los portuarios no les faltó ingenio, iniciativa o solidaridad, faltó que esta fuerza se propagara por el resto del movimiento obrero inglés, que las poderosas centrales sindicales se sumaran al llamado para responder al ataque de la patronal portuaria formando una gran coordinación que le diera el triunfo a los “Dockers” de Liverpool, pero finalmente, tras 28 meses de lucha decidieron aceptar las indemnizaciones de la empresa.
La hazaña y la derrota de Mejillones:
El año 2013 entre marzo y abril los portuarios de Mejillones inician una huelga por conquistar tener media hora de colación. La cual termina con la entonces Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, viajando a Antofagasta cediendo a la demanda portuaria.
De esta conquista nacerá una organización sindical que unía a portuarios eventuales y contratados, que a fines del mismo 2013 entra negociación colectiva con Ultraport y la familia von Appen, quienes se niegan a reconocer el sindicato amparados por la Inspección del Trabajo, la cual negaba la legalidad del mismo acusando la imposibilidad de constituir un sindicato de eventuales y contratados.
La huelga despertó amplia simpatía en Mejillones y Antofagasta, sin embargo fue aplastada con represión. El día 15 de la huelga el puerto de Mejillones, donde los huelguistas mantenían un campamento, es sitiado con un enorme contingente de 300 policías de FF.EE.. Lo anterior empujó a la Unión Portuaria, después de esperar 15 días de huelga, a paralizar los puertos del país.
El resultado de esta lucha fue parcial. La Unión Portuaria logró sentar a los empresarios y sus políticos para establecer mesas de trabajo para avanzar en una Ley Corta Portuaria, mientras Mejillones quedaba aislado y sus trabajadores vetados de los puertos y esperando resultados de tribunales, que finalmente terminaron ahogando la lucha, asentando una derrota que implicó desmantelar el sindicato, aceptando indeminaciones para los contratados y los eventuales vetados de todos los puertos del país.
Si entre marzo y abril doblaron la mano al gobierno ¿Por qué esta hazaña no se repitió en diciembre?.
Los von Appen, luego de la victoria portuaria de abril, se prepararon y se cerraron en su intransigencia, apoyados por los gremios de los exportadores, acusando a portuarios de delincuentes y terroristas. A esto se sumó el rol del gobierno, quienes a punta de represión desmoralizaron al principal puerto en lucha, Mejillones, mientras que por arriba negociaban con la Unión Portuaria la Ley Corta.
Pero también tuvo un rol las dirigencias sindicales, que apostaron a la confianza en las instituciones, como la Inspección del Trabajo, luego el gobierno y los tribunales después, en vez de las propias fuerzas de los portuarios y de quienes solidarizaban con su lucha.
Así mismo la Unión Portuaria, y la propia dirigencia sindical de Mejillones, se negaron a llamar al paro nacional, a exigir pronunciamiento a la CUT o a otro organismos sindicales. Y solo cuando la huelga ya había sido reprimida y aislada la Unión Portuaria llamó al paro en solidaridad, ya era demasiado tarde.
Portuarios de Valparaíso:
Durante la movilización portuaria del 2013 el puerto de Valparaíso estuvo al margen controlado por la burocracia de Roberto Rojas, quién aún hoy sigue como dirigente.
Sin embargo hoy los trabajadores de este mismo sindicato han salido a la lucha debiendo enfrentar la intransigencia de los von Appen y la dura y escandalosa represión del gobierno.
Conquistando además una amplia solidaridad por parte de estudiantes y de gran parte de la población de la ciudad puerto y del resto del país.
Pero lucha hoy se ve amenazada con la propuesta del gobierno, que, si bien fue rechazada, busca meter una cuña para destrabar el conflicto.
Para superar los desvíos del gobierno los portuarios deben imponer sus términos y no los de von Appen, pero para romper la intransigencia patronal su movilización tiene que dar un salto, el salto que no dio Liverpool ni los portuarios de Mejillones.
Es momento que se organice paro regional que vaya acompañado con movilizaciones a nivel nacional. En esto las organizaciones sindicales como la CUT y el Colegio de Profesores podrían jugar un rol fundamental que asegure a los portuarios una victoria y que aseste un golpe a las patronales y al gobierno.
Sin embargo muchas de esas organizaciones son dirigidas por el Partido Comunista y por el Frente Amplio, que en vez de ponerse a disposición de la lucha portuaria, estando en las marchas y llamando a convocar ampliamente a la movilización en solidaridad, prefieren actuar con sus parlamentarios en las cuatro paredes del congreso y las mesas de trabajo con el gobierno.
No estamos condenados a siempre repetir la historia, pero volver a revisarla nos permite sacar lecciones de nuestras luchas. Es necesario superar la movilización actual avanzando hacia una coordinación nacional que haga frente a los empresarios y sus políticos, en Valparaíso hoy se está jugando dar un paso en este sentido y la Unión Portuaria, junto a las grandes organizaciones de trabajadores, tiene en sus manos la posibilidad de transformar esta lucha en una victoria para todos los trabajadores.
Ante la enorme lucha desplegada pareciera quedar gusto a poco, la paralización de los puertos, sumado a un llamado a la solidaridad activa de sindicatos, estudiantes y del movimiento de mujeres y la preparación para una gran movilización nacional para el pasado viernes 21 de diciembre podría haber cambiado el escenario no solo para Valparaíso, sino que para los trabajadores del país. |