Este fin de semana sesionó en La Habana la Asamblea Nacional del Poder Popular (AN) para tratar el proyecto de nueva Constitución. De los 602 diputados y diputadas que la componen hubo 19 ausencias y 583 votaron a favor de la nueva carta magna.
Raúl Castro, Secretario General del Partido Comunista de Cuba y presidente de la Comisión Redactora del Proyecto de Constitución, estuvo presente pero no hizo uso de la palabra. El discurso de clausura estuvo a cargo del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel quien, entre otros temas, destacó la “continuidad generacional” en el año 60 de la revolución, en referencia a la salida del gobierno de la generación que dirigió la Revolución en 1959, hecho que se produjo en abril de 2018.
El Presidente Miguel Díaz-Canel hizo el discurso de clausura
El texto definitivo de la nueva Constitución será publicado en los próximos días, pero según informó el diario oficial Granma, entre los puntos más debatidos estuvieron las nuevas formas de propiedad y el matrimonio igualitario.
En el primer caso y como estaba previsto, adquiere rango constitucional la propiedad privada que hasta ahora solo estaba mencionada en leyes nacionales, y el reconocimiento del rol del “mercado” (relaciones capitalistas de producción e intercambio) como parte de la “economía socialista”.
Como se señala en los Fundamentos Económicos, la propiedad privada quedará entonces incluida en la Constitución junto al resto de formas de propiedad: socialista (estatal), cooperativa y mixta (estatal y privada con mayoría estatal), además de la propiedad de las organizaciones de masas y la personal, que no constituyen medios de producción (art. 21).
El proyecto que analizaron los y las diputadas aclara que el Estado regula que “no exista concentración de la propiedad en personas naturales o jurídicas no estatales” y que la ley establecerá las regulaciones que garanticen su cumplimiento (art 22).
Sobre este aspecto de la acumulación, un importante funcionario del gobierno entrevistado por la TV señaló que algunos opinan que la Constitución no debe pronunciarse, que eso lo regulan las normas jurídicas para las empresas. Y agregó que la acumulación no se corresponde con los fundamentos del estado socialista cubano, pero que el punto está en cuál es el límite para la acumulación.
El nuevo texto establece como “inalienables, imprescriptibles e inembargables” los bienes de “propiedad socialista” como el suelo, las minas, el agua y otros recursos esenciales (art. 23 inc. 98 y 99). No obstante, se determina que “La trasmisión de otros derechos sobre estos bienes se hará previa autorización del órgano u autoridad facultada” (inc. 100) y que “La ley define otras formas en las que este tipo de propiedad puede ser gestionada” (inc. 106).
También se reconocerá al “mercado” como parte de la “dirección planificada de la económica” y regulado por ésta (art. 20). En este punto, cabe mencionar el discurso de clausura de Díaz-Canel que convocó a “aprovechar las experiencias de otras naciones socialistas como China, Vietnam y Laos” en referencia a estos modelos de “socialismo de mercado” como también reivindicó en varias oportunidades Raúl Castro y que combinan una economía de mercado con el régimen político de partido único basado en los partidos comunistas.
Para justificar estos importantes cambios constitucionales, desde el gobierno y la burocracia del Partido Comunista de Cuba sostienen que la nueva Constitución debe reflejar la realidad social cubana, que tras décadas de reformas pro mercado, ya cuenta con un importante marco jurídico que abre paso a la propiedad privada extranjera y nacional. Crea así una falsa ideología ya que no se trata de “reflejar la sociedad” sino de establecer reglas generales para la vida social.
La falsa idea de “reflejar” la sociedad actual es una excusa para dar rango constitucional a las reformas pro mercado que se vienen imponiendo especialmente desde 2011 con la implementación de los “Lineamientos económicos…” votados en el 6to Congreso del PCC para la “actualización del modelo socialista cubano”. Las consecuencias de este proceso han sido el mayor debilitamiento de la economía nacionalizada junto con medidas de ajuste como el despido de casi medio millón de trabajadores estatales mientras la burocracia mantiene todos sus privilegios y prebendas que les permite a sus sectores jerárquicos especialmente la cúpula de las fuerzas armadas (FARC) participar de grandes negocios a través del control de las empresas estatales y el comercio exterior.
El pleno de la Asamblea Nacional aprobó por unanimidad la nueva Constitución
Sobre el punto del Matrimonio igualitario que generó muchas expectativas desde que se incluyó en el proyecto, la resolución de la Asamblea Nacional no ha quedado del todo clara y habrá que esperar la redacción final.
El texto propuesto, eliminaba las palabras “hombre” y “mujer” de la vieja constitución y las reemplazaba simplemente por “personas”, suprimiendo así la distinción de género para poder contraer matrimonio. Según se informó, esta nueva redacción fue eliminada por una referencia general a la Familia y se derivó el tema para ser especificado en el Código de Familia y ratificado en un referéndum dentro de 2 años.
Para tal resolución se argumentó que este tema fue el más debatido en el proceso de consulta popular con un 66% y de tal porcentaje la mayoría pedía mantener el texto de la vieja constitución. Estos datos, aunque no existe información por fuera del gobierno, dan cuenta de la importante población religiosa que existe en Cuba, tanto católica como evangélica y de otros cultos.
Hay que señalar que en los últimos años, el gobierno cubano ha reforzado sus vínculos con estas reaccionarias instituciones, especialmente con la Iglesia Católica a la que, por ejemplo, se le permiten editar y distribuir publicaciones propias, organizarse y difundir sus ideas libremente. Mientras rige la prohibición para organizarse a todos aquellos que defiendan las conquistas de la revolución pero cuestionen a la burocracia y sus reformas.
En la Asamblea Nacional, que fue elegida en marzo de 2018, pudo notarse una importante bancada religiosa que expresó este punto de vista contrario al derecho elemental del matrimonio igualitario.
La nueva Constitución también tendrá modificaciones en otros puntos como, según se informó, el que establecerá por primera vez que el Estado cubano es un estado laico; la garantía de la libre expresión artística que viene siendo un importante tema de discusión a partir de un reciente decreto (349) del gobierno que ha generado fuertes críticas desde sectores del arte y la cultura; o sobre el derecho a herencia, la obligación de los descendientes a cuidar de sus ascendientes; entre muchos otros temas.
Tras la votación, unánimemente a favor, del texto modificado, todos los y las diputadas culminaron la sesión proponiéndose como principal objetivo garantizar la asistencia del pueblo al referéndum del 24 de febrero que debe ratificar esta nueva Constitución aprobada.
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