El pasado 2 de enero los trabajadores del centro de distribución de Unilever en Lampa eran notificados de la medida arbitraria que había tomado la empresa, una reestructuración que tiene la finalidad de subcontratar los servicios de operación y administración.
Pero esta medida tomada por Unilever es parte de las 1800 desvinculaciones que tiene preparada la mandante multinacional, lo que correspondería a un 10% de los empleados que trabajan en la compañía.
Frente esto el Sindicato n° 1 expresó en su declaración, “Condenamos la medida injusta con la que la empresa hoy día nos desconcertó, ya que no solo afecta a los trabajadores despedidos sino también a las más de 180 familias que inician este año con una terrible noticia, la de contar con sustento de un día para otro”
Además, acusaron de una falta de compromiso y seriedad de la empresa, ya que vulnera que el acuerdo firmado ante la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) el 2005, que obliga a informar con un mínimo de 6 meses al Sindicato n° 1 en el caso de cierre de sectores de las operaciones.
Debido a esta medida injusta y desmedida abordada por Unilever, es que el pasado viernes 4, las y los trabajadores se manifestaron a las afueras de La Moneda con consignas como "A parar, a parar el abuso patronal" para entregar una carta al presidente por el despido masivo realizado por la empresa, junto a esto ataron en las bayas papales el calzado de seguridad de los trabajadores despedidos. En dicha instancia estuvieron presentes diversas organizaciones sociales y trabajadores solidarizando con los trabajadores desvinculados.
Es así como con la lamentable noticia de los más de 180 despidos de Unilever la esperanza de los prometidos tiempos mejores no llega, y que el panorama para las y los trabajadores se vuelve mas complejo, ya que los empresarios seguirán haciendo de las suyas con el fin de aumentar sus grotescas ganancias.
Por esto hoy es clave y necesario que los trabajadores podamos articular una gran fuerza que vaya en contra de las medidas de precarización que quieren imponer los empresarios y su gobierno, uniendo las diferente luchas y conflictos que hoy se abren en diferentes parte del país, imponiendo una fuerza que sea capaz en las calles frenar los ataques empresariales como lo han hecho los Chalecos Amarillos en Francia, imponiendo como una respuesta al desempleo la reducción de la jornada laboral sin reducción salarial con la finalidad de repartir las horas de trabajo entre desempleado y ocupados. |