Fernando Peña, que trabajaba para una empresa contratista de Dreyfus en la planta que esta compañía posee en Timbúes, cayó en una fosa que contenía agua y productos químicos a elevadas temperaturas. Resultó con quemaduras en más del 90 por ciento de su cuerpo. Esto sucedió cuando Fernando se encontraba realizando tareas de mantenimiento y limpieza en la planta junto a otro compañero.
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Este tipo de incidentes que comprometen la salud e incluso le arrebatan la vida a los trabajadores, se reiteran con frecuencia en las empresas agroexportadoras de nuestra provincia. No son accidentes, porque son evitables con prevención e inversión. Para estas empresas superexplotadoras, que tuvieron facturación récord durante 2018, la vida de los obreros no vale nada.
¡Justicia por Fernando Peña!
¡Nuestras vidas valen más que sus ganancias! | 
